Marruecos pretende alcanzar un 52 por ciento de capacidad de energías renovables para el año 2030 con varios proyectos en las zonas de Dakhla-Río de Oro, Laayoune-Sakia El Hamra y Guelmim-Noun, todas ellas ubicadas en el Sáhara Occidental.
Dos empresas españolas -Acciona y Moeve (antes Cepsa)- están participando en estos proyectos de producción de hidrógeno verde mediante amoníaco, que es un portador de hidrógeno y puede usarse como combustible alternativo. Por lo que se sabe, hay dos consorcios a cada uno de los cuales Marruecos ha asignado unas 30.000 hectáreas. El primero es ORNX, que, además de a Acciona, incluye a empresas estadounidenses y alemanas. El otro es Taqa, que, aparte de Moeve, cuenta con presencia de los Emiratos Árabes Unidos y de la China. A modo de ejemplo, ORNX utilizará varias tecnologías para la producción de ese hidrógeno verde. Entre ellas, se pueden citar las energías renovables -solar y eólica-, la electrólisis, la desalinización y el amoníaco.
Además de ello, Marruecos prevé la implantación de un millón de hectáreas para la producción y el desarrollo de infraestructuras clave.
Marruecos lleva tiempo utilizando energías verdes en el Sáhara Occidental para adornar de alguna manera la ocupación de un territorio cuya soberanía ha sido objeto de disputa desde la retirada de España en 1975.
Aunque el país alauita ocupa y administra ‘de facto’ la mayor parte del territorio, esta ocupación no es reconocida por la Organización de las Naciones Unidas ni por a mayor parte de la comunidad internacional.
Sin embargo, desde que el Gobierno de Pedro Sánchez reconoció la autonomía de la antigua colonia -primero- y provincia -después- española como “la solución más seria, realista y creíble” para resolver el conflicto, las aspiraciones marroquíes están yendo a más.
De hecho, tal como informan varias páginas web, entre ellas noteolvidesdelsaharaoccidental.org, Marruecos ha visto una oportunidad para participar de manera transversal en el Pacto Verde de la Unión Europea (UE), por el cual se establece un objetivo de importar 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable para 2030. De esta manera el país norafricano se convierte en un actor clave para la UE, aunque la decisión de ceder a Israel 34.000 km² en el Atlántico para la explotación de gas ha generado una fuerte controversia con España. De hecho, casi el 40 por ciento de los 5.200 MW en proyectos de hidrógeno presentados en Europa provienen de España.
A pesar de las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que anulan acuerdos agrícolas y pesqueros entre la UE y Marruecos por considerar que explotan los recursos del Sáhara Occidental, Marruecos sigue adelante con sus planes de desarrollo en la región, como estos proyectos de hidrógeno verde y otras inversiones económicas.
Pacto Verde Europeo
Según se puede leer en la página web del Consejo de la Unión Europea, el Pacto Verde Europeo es una estrategia de crecimiento de la UE. Establecido en 2019, consiste en un paquete de iniciativas políticas que sitúan a la UE en el camino hacia una transición ecológica, con el objetivo último de alcanzar la neutralidad climática para 2050.
Se trata de la contribución de la UE al Acuerdo de París, que la UE y todos sus países ratificaron y que fijó el objetivo de mantener el calentamiento global en un máximo de +1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales.
El Pacto Verde es la base para la transformación de la UE en una sociedad equitativa y próspera con una economía moderna y competitiva.
Subraya la necesidad de que todos los ámbitos políticos contribuyan a la lucha contra el cambio climático. La estrategia secunda medidas de todos los sectores económicos relativas, entre otros, a la energía, el transporte, la industria, la agricultura y las finanzas sostenibles.
En el marco del Pacto Verde, el Consejo —junto con el Parlamento Europeo en calidad de colegislador— ha adoptado legislación que convierte la perspectiva de la estrategia en disposiciones y normas que se aplican en todos los Estados miembros de la UE.
El BarMar
Cabe recordar que también existe un proyecto transnacional -primero MidCat, luego BarMar- para conectar las redes de hidrógeno verde desde la Península Ibérica con las de Francia, Alemania y el noroeste de Europa. El proyecto también aportará beneficios en términos de oferta y demanda de hidrógeno, conectando las distintas cuencas industriales ibéricas y francesas.
Con el objetivo que el continente pueda abastecerse de hidrógeno renovable y asequible a partir de 2030, fue presentado por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en octubre de 2022.
¿Qué es el hidrógeno verde?
El hidrógeno renovable, también llamado hidrógeno verde, es un vector energético que proviene de fuentes renovables y con cero emisiones de CO2. El uso de hidrógeno renovable, junto con los combustibles líquidos de baja huella de carbono renovables, son esenciales para la descarbonización. Pronto podría llegar a suponer entre el 10 y el 20 por ciento del consumo energético mundial. Los combustibles sintéticos producidos con hidrógeno renovable serán esenciales para descarbonizar sectores difícilmente electrificables, como el transporte marítimo o aéreo.