El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, ha acudido al décimo aniversario del Centro de Interpretación de la Naturaleza 'Ramón Gavilán', un museo dedicado a la divulgación de las ciencias naturales y la prehistoria.
Durante su comparecencia, el mandatario resaltó la labor realizada en estos años y subrayó la importancia de la educación y la conservación del patrimonio natural e histórico de la ciudad.
El evento contó con la presencia de diversas autoridades, entre ellas el director del centro, Pedro Paredes a quien Imbroda dedicó palabras de reconocimiento por su gestión y por haber convertido este espacio en un referente nacional en la exhibición de fósiles y restos prehistóricos. "Este centro ha sido visitado por más de 23.000 personas en una década, lo que demuestra su impacto en la sociedad melillense y su contribución a la educación de nuestros jóvenes", destacó el presidente.
Un museo con historia y futuro
El museo, inaugurado hace diez años y bautizado en honor a Ramón Gavilán, antiguo director general de Medio Ambiente y consejero de Cultura de la ciudad, ha sido un pilar en la divulgación científica local. La colección del centro incluye fósiles que datan de 500 millones de años, además de exposiciones sobre la historia del planeta y los ecosistemas marinos.
Imbroda recordó que la creación del museo fue una inversión modesta pero con una repercusión enorme en la formación de los escolares de la ciudad. "Todos los niños de los colegios pasan por aquí y reciben una educación que les acerca a la naturaleza y a la historia de nuestro planeta", señaló.
Asimismo, el presidente hizo hincapié en la relevancia de la colección adquirida a la familia de Paco Benítez, que ha sido clave para ampliar la oferta expositiva del centro. "Este museo es solo el embrión de proyectos aún más grandes que tenemos en mente", afirmó.
Hacia un futuro con más proyectos medioambientales
Durante su intervención, Imbroda anunció nuevos planes para la conservación y desarrollo del patrimonio natural de Melilla. En particular, habló de la posibilidad de crear un museo dedicado a la biología marina, un espacio que sirva para recordar el pasado pesquero de la ciudad y destacar la importancia del mar en la evolución de la región.
"Estos fósiles han salido del mar, de tierras que antes estaban sumergidas. Por eso, un museo del mar en Melilla tendría un gran significado y contribuiría a preservar la memoria histórica de nuestra relación con la pesca y los océanos", explicó.
Además, el presidente mencionó la importancia de los huertos urbanos participativos, una iniciativa que ha tenido gran éxito en la ciudad y que actualmente ocupa más de 100 personas. Según Imbroda, la demanda ha sido tan alta que ya se están preparando 100 nuevos huertos para la comunidad. "Es un proyecto que no solo tiene un impacto social, sino también deportivo. Aquí la gente se agacha, siembra, cuida las plantas... es un trabajo que genera bienestar", comentó.
Compra de Villa Pilar: un nuevo pulmón verde para Melilla
Uno de los anuncios más destacados de la jornada fue la confirmación de la compra de la finca de Villa Pilar, una extensión de 92,000 metros cuadrados situada cerca del aeropuerto. Según Imbroda, esta finca, que es la más grande de la ciudad en su categoría, será rehabilitada para recuperar su uso agrícola y ganadero, preservando esa esencia rústica.
"Villa Pilar fue un punto clave en la historia agropecuaria de Melilla. Aquí se le producían alimentos básicos como leche y hortalizas para la población local. Queremos restaurar su estructura original, recuperar sus árboles y hacer de este espacio un símbolo de nuestra identidad agrícola", detalló.
El presidente también adelantó que su administración trabajará en la recuperación de espacios naturales degradados y en la protección del medio ambiente de la ciudad. "No vamos a permitir que se sigan tirando residuos en áreas protegidas. Queremos una Melilla más verde y más sostenible", concluyó.