Falta de especialistas, demoras inhumanas y una gestión sanitaria deficiente hacen que los melillenses estén hartos de verse en la obligación de acudir a ciudades de la península para que los atienda, por ejemplo, un endocrino. El Faro sale a la calle para conocer la opinión de los ciudadanos y el 99 por ciento asegura que se manifestarían para exigir que la ciudad autónoma tenga una Sanidad de calidad.