La Ciudad Autónoma ya dispone del visto bueno del Pleno de la Asamblea para poner en marcha las medidas contenidas en el "mini-presupuesto" de más de 26 millones de euros, que se han conseguido de los remanentes de tesorería de los últimos años. Sólo el grupo popular, con mayoría absoluta, apoyó esa propuesta, ante la que se abstuvo CpM, el PSOE votó en contra y el grupo mixto se manejó entre el encogimiento de hombros y el no.
Disponer de esos 26 millones de euros en el último tramo del año no es tarea fácil. Se han hecho encaje de bolillos en el área de Hacienda para poder sacar esos remanentes con los que el Gobierno tiene previsto sacar adelante varios de sus compromisos políticos, como son las actuaciones para los jóvenes. Éstos tendrán hasta 600.000 euros para ayudarlos en el pago del alquiler, se les subvencionará la compra del llamado ajuar para sus hogares, podrán acceder a los apoyos de la Ciudad para cursar másteres y tendrán numerosos cursos becados con 400 y 500 euros en materia de nuevas tecnologías.
Además, el presidente Imbroda le ha planteado un órdago a la Delegación del Gobierno en materia de planes de empleo. Le pone sobre la mesa 5 millones de euros para dar un puesto de trabajo durante seis meses a 400 melillenses pero tiene que ser Sabrina Moh quien lo autorice y firme el correspondiente convenio, dado que las políticas activas de empleo son competencia exclusiva del Estado. Habrá que esperar a ver qué hace la delegada, a la que los populares siguen culpando reiteradamente de haber perdido 16 millones de planes de empleo por "su incapacidad" para la gestión.
Hay otras muchas medidas contenidas en ese "mini-presupuesto" que permitirán, por ejemplo, la contratación de 80 personas para que se dediquen a informar sobre los desperfectos y problemas que observen en cualquier vía pública de la ciudad. Será un servicio de carácter anual y para la primera de ellas se dispone de 2,5 millones de euros.
Atender mediante contrataciones a personas que están en el desempleo es una de las medidas más importantes que pueden llevarse a cabo en estos momentos y entre tanto fructifican las políticas estratégicas en sectores como el turismo, la universidad y la innovación tecnológica, los tres ejes que se manejan como integradores del nuevo modelo productivo de Melilla.
Que una familia pueda disponer de un sueldo significa que podrán consumir y mover el consumo siempre es positivo para la economía. Serán personas que compren ropa y zapatos, alimentos que ahora mismo no puede sufragar, que se tomarán un café y hasta darán un capricho a sus hijos. En definitiva, flujo de dinero en los comercios y en la hostelería.
Por eso es importante que los 26 millones de euros salgan a la calle, que no siguieran ahí guardando polvo en las cuentas de la Ciudad Autónoma. Algunos representantes políticos, como los del grupo de CpM, no están muy de acuerdo en qué se va a gastar ese dinero el Gobierno, pero reconoce la necesidad de meterle un revulsivo a la economía melillense y está de acuerdo en el uso de los remanentes de tesorería que han hecho posible esas actuaciones, que al PSOE y a Somos Melilla no les gusta nada mientras que Vox lo ve algo así como regular.