El ocio de una población tiene muchas vertientes y este pasado fin de semana tuvimos unas cuantas muestras de ello en Melilla.
Lo primero, quizás una de las cosas que antes vienen a la cabeza de uno al hablar de ocio, es la música, y la ciudad pudo disfrutar de una doble ración del Iwa Fest organizado por la Ciudad Autónoma, el viernes y el sábado por la noche, en el magnífico emplazamiento del Fuerte de Victoria Grande.
La Feria Outlet que programó Promesa el sábado durante todo el día también contribuyó a ver un ambiente más animado de lo habitual en el centro de la ciudad, porque mucha gente se acercó hasta allí a adquirir, dando un paseo, todo tipo de productos, en ocasiones a mitad de precio de lo que costaría en un establecimiento comercial. Una bonita forma de combinar el esparcimiento de los ciudadanos con la mejora de la economía del centro y que, además, contó también con un concierto de María Mendoza.
El domingo por la mañana fue el plato fuerte del fin de semana, con la jura de bandera de cerca de 300 personas en el portaaeronaves ‘Juan Carlos I’. Hacía un par de años que no se realizaba una jura de bandera multitudinaria en Melilla, con lo cual era también una magnífica razón para quien quisiera quedarse el fin de semana en la ciudad y así disfrutar del acto.
A esta programación realizada por los Gobiernos central y local, cabe sumar también el doble avistamiento-anillamiento de aves que llevó a cabo SEO BirdLife, tanto en Aguadú como en el Parque Forestal, que supuso una magnífica oportunidad para los amantes de los pájaros.
Al final, lo de conseguir darle más vida a la ciudad es algo que depende de todos. Por supuesto, de la Administración central y local, que deben velar por que en Melilla haya las mismas oportunidades que en el resto de localidades españolas. Pero también de las organizaciones privadas, que también pueden aportar mucho en forma de iniciativas o, cuanto menos, de ideas.
Es cuestión de que todos rememos todos juntos para dar oportunidades tanto laborales como de ocio a la población y conseguir revertir la tendencia que habla de una emigración de la ciudad y levantar un poco el ambiente, que, a pesar de los esfuerzos de todos, por norma general sigue un tanto alicaído. Pero, como dice el sabio refranero popular, querer es poder, por lo que, si se sigue por esta senda, entre todos se acabará consiguiendo que la situación mejore.