El sindicato asegura que hay sistemas para la participación de estos profesionales.
FETE-UGT mostró ayer su más enérgica oposición al proyecto de decreto por el que se regula la prolongación voluntaria de la permanencia en el servicio activo del personal funcionario perteneciente a los cuerpos docentes universitarios y del personal investigador funcionario de carrera, perteneciente a la Escala de Profesores de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, una vez alcanzada la edad de jubilación forzosa. Esto se debe tanto a su falta de oportunidad como por la inadecuación de los contenidos de las fórmulas propuestas. Este proyecto fue presentado a los sindicatos el pasado día 8 de septiembre por el Ministerio de Innovación.
Se trata de una propuesta para desarrollar las previsiones de la Disposición adicional segunda de la Ley Complementaria de la Ley de Economía Sostenible, que recoge la prolongación en el servicio activo, por un periodo máximo de cinco años adicionales, de los funcionarios pertenecientes a los cuerpos docentes universitarios y profesores de investigación del CSIC en los que concurran méritos excepcionales.
FETE-UGT no se opone, sino que estimula el mantenimiento y fomento del talento senior en el sistema universitario e investigador español, sin embargo, entiende que existen ya procedimientos para ello. Rechaza que el procedimiento para retener el talento sea irrumpir, sin ningún miramiento, en una materia tan sensible y delicada como la edad de jubilación forzosa. De tal modo que con la excusa de buscar una solución particularizada a un colectivo muy definido de profesores universitarios e investigadores, se abre la vía para una prolongación de la edad de jubilación que a la larga no sería tan excepcional ni particular como parece.
FETE-UGT considera que si de lo que se trata es de alterar las reglas de la jubilación forzosa de los profesores e investigadores, no puede ni debe olvidarse que la Ley Orgánica de Modificación de la LOU publicada el 13 de abril de 2007, también emplaza al Gobierno a promover las fórmulas de jubilación anticipada de los profesores universitarios. Por lo que si se aborda el tema de la jubilación ha de ser en su sentido más amplio, no sólo en lo que interesa a un colectivo puntual, sino abordando procesos como los de jubilación anticipada que tienen gran interés para la renovación de las plantillas y el aumento del empleo en las Universidades. Sobre todo, según el sindicato, en unos momentos de implantación del Espacio Europeo de Educación Superior con cambios metodológicos profundos en la docencia universitaria.
Desequilibrios profesionales
Asimismo, el borrador introduce un desequilibrio inexplicable entre el personal docente e investigador de los cuerpos docentes universitarios y el personal perteneciente a la Escala de Profesores de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ya que a los primeros se les considera excepcionales con nueve tramos de méritos docentes e investigadores, y a los segundos se les exigen doce periodos .
En cuanto a los investigadores hay que tener en cuenta que el actual contexto de congelación y amortización de plazas hace que el número de incorporaciones sea ridículo, es decir, en el CSIC, 22 plazas sobre un colectivo de 3.200 investigadores, por lo que la prolongación por la vía propuesta taponaría el proceso de renovación y modernización de nuestro sistema científico. La edad media actual de los investigadores del CSIC es de 53 años y la entrada fija en plantilla sobre los 40, según destacó este sindicato.