Su director, Jesús López, afirmó que la solicitud se presentó en julio. Se trata de un proyecto para adecuar el establecimiento hotelero a personas con movilidad reducida.
El Parador de Turismo sigue a la espera de que la Consejería de Fomento de la Ciudad Autónoma le conceda el permiso de obras para iniciar el plan de accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas que tenía previsto poner en marcha a primeros de este mes.
Según explicó a El Faro el director del Parador, Jesús López Palomero, “todavía estamos esperando la licencia que se presentó a finales de julio; pero aquí estamos, sin que la empresa pueda iniciar las obras, que era su intención, al igual que la de Paradores”.
En este sentido López indicó que era un contratiempo, pues el inicio del proyecto estaba previsto precisamente para primeros de septiembre, el mes más flojo en cuanto a ocupación, “por lo que las molestias a los clientes iban a ser las mínimas”.
Además señaló que “este retraso en la concesión de la licencia ha paralizado todo, y aunque nos lo entregaran ahora mismo, ya no se podrían iniciar las obras hasta finales de octubre”.
A este respecto López explicó que durante en esta segunda quincena de septiembre y sobre todo durante todo el mes de octubre “el hotel va a estar lleno” por lo que será muy difícil emprender ningún tipo de obra.
El plan de accesibilidad y eliminación de barreras previsto por el Parador de Turismo de Melilla tiene un presupuesto de 300.000 euros y consta de tres fases, tal y como enumeró su director.
Así, dijo que en una primera se acometerían la rampa de entrada al edificio, así como la ampliación y mejora del aseo para minusválidos, que ya existe, pero que necesita algunos cambios.
La segunda fase, prevista para el año próximo, supondría la instalación de una rampa en el interior del edificio, que permitiera comunicar la entrada o recepción del hotel con la zona de restaurantes, que ahora está comunicada por varios tramos de escaleras.
Además, incluida en esta segunda etapa, también se llevaría a cabo la mejora de una habitación ya accesible para personas con movilidad reducida.
La tercera y última fase, la más costosa y la que más tiempo va a llevar, según López, será la adecuación del ascensor.
Sobre este aspecto dijo que había que hacer un nuevo hueco de ascensor, pues el actual no tiene las dimensiones adecuadas para la instalación de uno indicado para personas con movilidad reducida, y además también es necesario la modificación de alguna de las habitaciones colindantes al elevador.
Esta tercera fase supondrá trabajar en todas las plantas del hotel, aunque al igual que en las anteriores, el objetivo prioritario de la Dirección del Parador de Melilla –“siempre en la medida de lo posible”– es “causar las menores molestias a los clientes”.
López aclaró que el coste total de todas las obras asciende a 300.000 euros, de los cuales 90.000 se destinarán a las dos primeras fases y el resto, algo más de 210.000, a la tercera.
Respecto a si la Dirección se había planteado alguna vez la posibilidad de acometer todas las obras de una vez, López dijo que se había desechado porque ello supondría cerrar el establecimiento. “Hemos planificado las obras de tal manera que causemos el menor perjuicio a nuestros clientes –comentó–, aunque este retraso en el inicio de las obras ha supuesto un cambio importante de nuestros planes”.
Un plan de todos los Paradores
La adecuación en accesibilidad de la Red de Paradores de Turismo de España es uno de los objetivos estratégicos de esta compañía pública, la cual se está llevando a cabo progresivamente en todos los paradores, con la realización de proyectos arquitectónicos de especialistas en esta materia.
Para la elección de las remodelaciones se han tenido en cuenta la adecuación de las instalaciones a la normativa vigente; aportación a la cuenta de resultados; retorno de las inversiones; número de habitaciones fuera del mercado y su impacto en la cuenta de resultados; el impacto geográfico; el estacional, para tratar que las obras afecten lo menos posible a las temporadas altas de cada establecimiento.
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) y el Cermi Melilla habían pedido que el Parador de Melilla cumpliese con las condiciones de accesibilidad, "de forma que facilite el acceso a todas las personas para que puedan disfrutar de él en igualdad de oportunidades, sobre todo cuando se trata de una red pública que debiera ser ejemplar a este respecto.