El sindicato Acaip, en el centro penitenciario de Melilla, ha informado este sábado de que, el pasado día 14 de mayo, en el departamento de enfermería, se produjeron “incidentes muy graves” con un interno en tratamiento psiquiátrico que, según el sindicato, agredió a dos funcionarios.
Ello se suma, siempre según estas fuentes, a que anteriormente había protagonizado otros altercados con internos y funcionarios en el patio, quemado un contenedor de basura y negado a ponerse la medicación prescrita por el facultativo del centro.
Según marca el protocolo de agresiones de la Subsecretaría General de Instituciones Penitenciarias, se intervino para reducir al interno, una persona “corpulenta”, de más de 120 kilos, para conducirlo hasta su celda. Allí, según Acaip, volvió a agredir a varios funcionarios lanzándoles una silla y propinándoles golpes. Dos de ellos sufrieron contusiones en distintas partes de su cuerpo. Finalmente, el preso pudo ser reducido.
El sindicato afirma que este interno lleva días con una actitud “agresiva”, concretamente desde que reingresó en la cárcel después de no haber regresado de un permiso ordinario la semana anterior. Acaip afirma que tuvo que ser devuelto al centro para continuar con el cumplimiento de su condena.
Acaip se pregunta “de quién es la responsabilidad de esta negligencia”, si del equipo de tratamiento o del juez de vigilancia, y añade que “no todo se puede justificar”.
El sindicato aprovecha este incidente para recordar que los funcionarios de prisiones siguen sin ser considerados agentes de la autoridad, por lo que, más allá de la sanción administrativa, las agresiones “siguen saliendo gratis” a los presos. En este caso, apunta, al ser el interno psiquiátrico, ni siquiera tendrá esa sanción administrativa.
Así las cosas, Acaip solicita a los políticos que aprueben “de una vez y después de tantas falsas promesas” que los funcionarios de prisiones sean agentes de la autoridad para no tener que lamentar incidentes como el que ocurrió el pasado día 13 de marzo a una compañera, Nuria López, cocinera de la cárcel de Mas d’Enric (Tarragona), donde fue asesinada por un interno. El sindicato le pide a la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, que traslade su petición al Ejecutivo central para que se haga “efectiva” lo antes posible.
Cabe recordar, asimismo, que no es la primera vez que Acaip habla de agresiones en la cárcel de Melilla. En septiembre del año pasado, sin ir más lejos, ya hizo público que un interno de gran complexión y muy agitado contusionó a cinco funcionarios, uno de los cuales, el jefe de servicios, acabó con una costilla rota, mientras que otro tuvo que ser escayolado en una mano, cuando tuvieron que intervenir tras la fuerte discusión que se produjo en el patio entre internos.