El PP ha mostrado este martes su decepción por el hecho de que el último informe de Seguridad Nacional, correspondiente al año pasado, no contemple asuntos "tratados de manera inamistosa por parte de Marruecos" que, a su juicio, suponen un impacto negativo para Melilla y Ceuta.
En rueda de prensa, el senador popular por Melilla Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu se ha referido a actuaciones del país vecino sobre "la actividad ordinaria" en las dos ciudades autónomas, como el hecho de que no se haya reabierto la aduana comercial de Melilla, cerrada de manera unilateral en 2018, ni tampoco se haya abierto una nueva en Ceuta, anunciada hace algo más de dos años.
También ha citado la situación que se está dando en las fronteras terrestres entre España y Marruecos en Melilla y Ceuta respecto a la aplicación desigual del régimen de viajeros desde mayo de 2022, ya que las autoridades marroquíes no permiten que compras y enseres personales crucen a su territorio, pero sí en el sentido contrario.
Estos asuntos, según el PP, están tratados "de manera inamistosa por parte de Marruecos" y tienen impacto en la seguridad, supervivencia y sostenibilidad de Melilla y Ceuta, pero no tienen reflejo en el informe de Seguridad Ciudadana, abordado la semana pasada en una comisión en el Senado.
Para Otazu, esta circunstancia es "decepcionante" por parte del Gobierno porque evidencia que "las condiciones de sostenibilidad de ambas ciudades ocupan un lugar secundario en lo que se refiere al marco global de relaciones con Marruecos".
En este sentido, el PP defiende que las relaciones con Marruecos deben ser de buena vecindad, "pero si no lo son, pasa a primera instancia el garantizar la vida digna de los españoles en estas dos ciudades y el informe de Seguridad Nacional, de momento, no lo contempla".
Frente a ello, el senador critica que el Ejecutivo se felicite de que las relaciones con Marruecos y Argelia sean "inmejorables", algo que el PP discute porque "todo el mundo sabe que se han visto sujetas a vaivenes en los últimos cuatro años o cinco años".
"La primera premisa es que, para que esas relaciones sean buenas, no condicionen negativamente la vida de los españoles en las dos ciudades del norte de África españolas", ha aclarado Otazu.
Al hilo, también ve decepcionante que el informe no haga referencia a las que considera "obsesiones independentistas" del gobierno catalán, algo que no se contempla ahora como un reto para la seguridad nacional.