Hoy la Asamblea acoge la primera sesión de la nueva legislatura. Es de esperar que el espíritu constructivo con el que los diputados ofrecieron iniciar este nuevo periodo empiece a presidir cada una de sus actuaciones. El orden del día no parece propenso para grandes debates ni acaloradas discusiones, a no ser que esté en el ánimo de algún diputado lo contrario. Hasta ahora los únicos debates políticos han sido los cruces de declaraciones ante los medios de comunicación sobre las propuestas para el nuevo Reglamento de la Asamblea, la composición del Gobierno, la necesidad de seguir la senda de la austeridad en la gestión del dinero público y, relacionado con este último tema, la conveniencia o no de que los diputados reciban una asignación económica por su actividad. No ha habido muchas oportunidades para los encedidos debates y los duros cruces de declaraciones. Quizás por eso aún parece creíble la promesa de que los reprentantes de las distintas formaciones políticas están decididos a iniciar una nueva etapa. Sólo han aparecido las acusaciones, amenzas judiciales y palabras gruesas en la reclamación de PPL sobre las compensaciones económicas a los diputados y la réplica del Gobierno local. Hoy habrá que estar atento a las formas y modos de los distintos diputados más que al contenido de los temas previstos en el orden del día. Primero se abordará la aprobación del borrador del acta de la sesión anterior. A continuación se procederá con las comunicaciones oficiales. Seguidamente se expondrá la propuesta de denominación, su número, el ámbito competencial y composición de las comisiones informativas. Y finalmente se dará paso a la propuesta para el régimen de sesiones. Se prevé un día soleado, típico del periodo de vacaciones en el unos ya están y que otros esperan impacientes.