El diputado del PP en el Congreso plantea presentar una pregunta escrita al Ministerio de Medio Ambiente pues podía haberse creado un problema de salubridad.
El diputado del PP en el Congreso, Antonio Gutiérrez, acusó ayer al Estado de “falta de previsión” tras la rotura de un colector de aguas fecales que acabó contaminando la zona conocida como San Lorenzo.
De este modo, recordó que desde hace bastante tiempo había una serie de actuaciones presupuestadas que, por diversos motivos no explicados, no se han llevado a cabo, entre las que se incluyen la mejora de esa red de saneamiento en algunas zonas de la ciudad.
Gutiérrez recordó que es sintomático en estos últtimos años la tardanza en la realización de algunas obras de infraestructura en Melilla, lo que en su opinión, inidica el abandono en el que tiene sumida a la ciudad el Gobierno central.
En cualquier caso, señaló que algunas de esas obras que quedaron paralizadas las estaba adelantando la Ciudad Autónoma, en previsión precisamente de que el Estado no las llevara a cabo con la celeridad que requieren.
De hecho, desde hace dos años aproximadamente, el Gobierno local comenzó las obras de mejora de la red de saneamiento en alguans zonas de Melilla. Pese a ello, una en la que tenía que actuar el Ejecutivo central era el barrio Industrial.
Se da la circunstancia de que la entrada en servicio de la estación de bombeo de aguas residuales ubicada en la zona de San Lorenzo también es una actuación del Estado que se ha retrasado, pues debería haber terminado hace un año.
A partir de ahora, la segunda fase consiste en cambiar la red de colectores en el barrio Industrial, aunque de momento no hay fecha para que se inicien las obras.
Gutiérrez comentó que podría elevar una pregunta escrita al Gobierno central para conocer cuáles son los planes que tiene para la realización de estas obras retrasadas y también para saber si habrá partidas presupuestarias para ello, pues nada se ha dicho desde la Delegación del Gobierno por el momento.
El diputado del PP comentó que esta rotura de la tubería podía haber generado un problema de salubridad pública en Melilla, al haber derramado aguas fecales a la playa cercana, pues San Lorenzo se ubica junto a la desembocadura del río de Oro.
De momento, y tras los análisis efectuados, parece que el agua es apata para el baño, según comentó la Consejería de Medio Ambiente de la Ciudad. Pese a ello, los controles son periódicos a lo largo del verano.