Se trata de un programa de Frontex, gracias al cual se formarán en distintos países durante cinco semanas para conocer de primera mano las peculiaridades fronterizas de cada uno y aplicar los conocimientos adquiridos en sus países.
Dieciséis agentes de distintos cuerpos policiales de la Unión Europea pertenecientes a la Agencia Para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores (Frontex) finalizaron ayer su estudio de la frontera que separa Melilla de Marruecos, así como de las peculiaridades que presenta la Ciudad Autónoma como territorio limítrofe de la UE.
El programa en el que se encuentran participando estos agentes ocupa cinco semanas de duración, cada una de las cuales se desarrolla en un país distinto. La de España fue la segunda de la iniciativa, eligiéndose Melilla como la ciudad ideal para su estudio por sus singularidades .
Así, durante la última semana, los efectivos policiales han recibido formación teórica en materias como Derechos Humanos, lectura de pasaportes, cruce automático de fronteras o las claves recogidas en el convenio para mejorar la seguridad en las zonas dentro del área Schegen.
En cuanto a la práctica, visitaron los puestos fronterizos de Beni-Enzar, Farhana y el Barrio Chino para conocer de primera mano la realidad que se vive en sus instalaciones a diario.
Todo ello con el objetivo de que los agentes, a lo largo del programa, consigan hacerse una idea global de las fronteras europeas, para luego poner en práctica en sus países de origen lo aprendido durante las cinco semanas que dura el curso.
Hay que recalcar que es el segundo año consecutivo que Frontex elige Melilla como participante de la iniciativa.
Visión europeista
Como colofón a su paso por la Ciudad Autónoma, los participantes fueron recibidos por las máximas autoridades políticas de Melilla; Antonio María Claret por parte de Delegación del Gobierno y Juan José Imbroda por la del Ejecutivo autonómico en dos eventos independientes.
El primero de ellos tuvo lugar en el Hotel Tryp Puerto, donde fueron recibidos por Claret, quien celebró que este tipo de iniciativas se lleven a cabo, pues recalcó que es un “europeista convencido”, al tiempo que recordó que hace algunos años presidió la Agencia Regional del Movimiento Europeo, por lo que confesó “sentir especial predilección” por este tipo de programas.
“El objetivo de estos proyectos es que el día de mañana la UE sea una auténtico estado federal”, agregó.
Al hilo de sus palabras, subrayó que la frontera es una de las peculiaridades con las que Melilla convive día a día, y se mostró convencido de que los participantes de Frontex trasladarán sus conocimientos a sus respectivos países de origen para que la política europea de frontera “esté sustentada en la coordinación y la eficiencia”.
Al margen de estas palabras, también invitó a los agentes a regresar a la Ciudad Autónoma algún día como turistas, pues aseguró que es “la más hospitalaria que conozco”.
Tan sólo una hora después, fueron recibidos por el presidente Imbroda en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea, donde les dedicó unas palabras a los integrantes de Frontex, subrayando en todo momento que “Melilla es española desde 1497”.
Además, destacó algunas peculiaridades características de la frontera que separa a la ciudad del reino alauita, como que cada día la traspasan entre 25.000 y 30.000 personas.
De igual modo, aseguró que las relaciones con el país vecino, y en concreto con Nador, han sido siempre “excelentes”, y que Melilla se ha convertido con el paso de los años “en un ejemplo mundial de convivencia”.
A lo largo de su intervención, no faltaron referencias a la riqueza religiosa y cultural de la que goza la ciudad, al tiempo que rechazó que se den casos de fundamentalismo. “Tenemos los mismos problemas que cualquier otra ciudad europea, pero la convivencia no es uno de ellos”, agregó, “vivimos un futuro ilusionante”.
Con estas dos recepciones se dio por concluida esta parte del programa desarrollado por Frontex. En breve, los agentes partirán hacia Rumanía para seguir formándose.