Recién aterrizada de Granada, la directora de Ballet Colores no puede estar más satisfecha tras haberse clasificado para la final andaluza de danza española, que se celebrará el próximo mes de febrero.
Quinientos bailarines han tomado parte en esta competición con la cual se arranca la liga de danza. Ballet Colores concurre en la categoría de danza española y con el inicio de temporada, esta compañía debe renovar sus títulos. Por el momento, el resultado viene acompañado de la clasificación para la final.
Quinientos bailarines de diferentes provincias de España tomaron parte en este campeonato, el que Ballet Colores no sólo se clasificó para la final sino que también se alzó con el premio a la mejor puesta en escena. “Estoy muy contenta tras los resultados obtenidos. Respecto a la coreografía, no puedo revelar muchos datos, pero puedo decir que hemos utilizado unos mantones muy particulares”. Diseñar una coreografía no es tarea fácil, pero Merche Hurtado dice que “yo soy como Antoñita la fantástica y procuro que la actuación narre una historia, que se interprete y todo ello en cuatro minutos, el tiempo límite del que disponemos. En estos bailes no te puedes pasar ni un segundo porque sino se penaliza”.
Cuatro minutos para poner sobre el escenario todo lo aprendido a lo largo de cientos de horas, “en esos minutos tienes de demostrar todo lo aprendido. Cuando entrenamos para una competición lo hacemos todos los días, un par de horas, y también los fines de semana. Requiere mucha dedicación porque el trabajo no es sólo físico, se trabaja con presión, con e interpretación. A todo ello hay que sumar el tema del vestuario, que hay que coordinar. En ocasiones, las propias madres de los alumnos son las que nos ayudan con la indumentaria”.
Merche Hurtado ha llevado la danza española por todo el país y Europa, pero reconoce que reinventarse cada día es complicado, “tú pones el listón y subirte a ese listón cada día es más difícil. Lo que no quiero es presionar a las alumnas”. Por ello, Hurtado antes de subirse a las tablas les dice a su grupo “disfrutad la experiencia de conocer personas de diferentes lugares, a bailarines, coreógrafos. Vamos a competir, a participar, pero a las niñas no les sienta bien perder y da más vértigo, claro”.
“Crear nuevas coreografías no es una cosa que tu digas: a ver qué se me ocurre y salga. La creación es caprichosa”, subraya Hurtado.
El futuro de la danza está asegurada en la ciudad por parte de las nuevas generaciones, “Melilla es conocida por su buen hacer y estoy muy orgullosa de llevar el nombre de Melilla por todas partes. Tenemos una Escuela Municipal maravillosa, una de las mejores de España con un gran volumen de alumnos. Lo que ocurre es que la danza es la hermana fea de las artes escénicas”, afirma Merche Hurtado.
Con la Navidad a la vuelta de la esquina, Ballet Colores tiene prevista una serie de actuaciones y festivales con danza en la calle. “Me encanta que las personas se acerquen”, matiza la directora de Ballet Colores. Con ese entusiasmo a buen seguro al baile le resta mucha vida en Melilla.
Ballet Colores, orgullo de Melilla.
Yo ya no puedo conseguir mi sueño, mi ciudad me los quito desde que empecé a exponer mi look, personal con lo cual al calificarme hijos as, padres, madres de grifota mi sueño de vida se me hizo inalcanzable, y haora a mí vejez salen a la palestra diciendo y exponiendo como coreografía consiguelo y sabéis cuál es mi respuesta el sonido que producen dos castañuelas prrrrrrrgue