Hay un refrán que nos recuerda que por mucho que los seres humanos, ante la necesidad de crecer y el afán de usar terrenos donde ha sido cauce natural del agua, en temporada de lluvias, siempre el agua volverá a su cauce natural. En la política española también el agua volverá a su cauce. Y la lluvia de hipérboles y exageraciones, que en demasiados casos sobrepasaron la línea roja del insulto y la agresión, no evitarán volver a la normalidad democrática.
Son saludables, políticamente hablando, todas esas manifestaciones que estamos viendo, cuando son pacíficas y no sobrepasan el orden constitucional. Pero lo que, sin duda, es democráticamente más saludable es que ese orden constitucional se cumpla y el nuevo Gobierno, legal y legítimo, pueda cumplir con su mandato y podamos seguir avanzando en progreso y convivencia.
El programa del nuevo Gobierno de coalición incluye medidas para la igualdad efectiva de todos los españoles que contempla avances laborales como la jornada laboral máxima de 37 horas y media sin reducción salarial, que unido al plan de choque contra el desempleo juvenil, el refuerzo del sistema público de salud, el aumento del parque público de vivienda, la ampliación de los permisos retributivos por nacimiento, la universalización de la educación de 0 a 3 años y una reforma fiscal justa que haga que la banca y las grandes energéticas contribuyan al gasto público, impulsarán una hoja de ruta que hará de la política una herramienta útil para todos los ciudadanos y ciudadanas de este país.
En palabras de Sánchez, “la estabilidad, la convivencia y el progreso” son los tres pilares de la próxima legislatura, en la que el objetivo del pleno empleo será una “prioridad” e “impregna todo el acuerdo” de la coalición PSOE-Sumar. Básicamente la progresividad fiscal, es decir, que paguen más impuestos quienes más ingresan, revisando los gravámenes sobre la banca y las empresas energéticas, dará continuidad a las medidas desplegadas en la anterior legislatura. No olvidemos que en España un pequeño autónomo o una pequeña empresa tributan el 17,5%, mientras que una gran multinacional lo hace al 3,8%.
Estas medidas de justicia fiscal, junto la evaluación de los resultados del Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas hacia una nueva tributación de la riqueza en el marco de un modelo de financiación autonómica que acabe con la competencia desleal entre territorios, contribuirán al sostenimiento del Estado de Bienestar, buque insignia de las políticas progresistas de la izquierda de la historia democrática. A sus cuatro grandes pilares, sanidad, educación, seguridad social y dependencia, logros indiscutibles de los gobiernos socialistas, sumamos el quinto pilar fundamental, la vivienda. El acuerdo de Gobierno PSOE-Sumar prevé aumentar el parque público de vivienda para alquiler asequible a través de una política de inversión pública a medio y largo plazo, para elevar su peso hasta el 20% del parque total; se definirá con carácter inmediato el índice de precios de referencia para impulsar la puesta en marcha de la regulación de los precios de los alquileres; además, se habilitará un programa nacional de ayudas y subvenciones para la mejora de la accesibilidad, la habitabilidad y la eficiencia energética de las viviendas.
Res non Verba (hechos, no palabras). Los antiguos romanos, maestros indiscutibles del pragmatismo y el derecho, acuñaron en su cultura una frase que todavía nos sirve para expresar nuestro inconformismo por exceso de palabras y la poca o nada acción en el ejercicio de poder. En España sobra el ruido, que no solo no contribuye a mejorar nuestra economía y los necesarios avances sociales para mejorar la realidad de cada ciudadano de este país, sino que crea una cortina de humo sobre los logros principales que se están alcanzando en los últimos años. Logros que benefician al conjunto y no a unos pocos.
Las manifestaciones antidemocráticas y anticonstitucionales ante las sedes del PSOE, tarde o temprano acabarán. Pero lo que no terminará nunca es el enorme impulso modernizador de los diferentes Gobiernos socialistas al avance del conjunto de España. La derecha es sabedora de esto, y por eso torpedea cada ley, cada política real y hasta cada investidura que puede.