La pandemia supuso un antes y un después en el mundo de la hostelería. Muchos locales han cerrado y otros han visto mermado su horario de apertura y cierre.
Este domingo El Faro de Melilla salió a la calle para preguntar a los viandantes, qué opinión les merece este sector. Opiniones hay y para todos los gustos, aunque existe un pensar mayoritario. Hace años había muchos más locales abiertos.
Rocío
“Yo soy de Málaga y he venido este fin de semana a ver a mi hijo. Estoy muy contenta con los locales a los me ha llevado a tomar algo. Me han parecido muy bien. Me imaginaba Melilla de otra forma y me llevo una gran impresión”.
María José
“El sector de la hostelería está bien. Las tapas son muy ricas, pero el sector hostelero está flojo en cuanto a cafeterías, pero en todo lo relacionado a comer, está genial”.
Antonio
“Muy flojo. No puedes mantener un negocio y pagar a los empleados si sólo tienes clientes los viernes, sábados y domingos. Debería haber menos impuestos que al final pagamos la clase media. Yo he sido profesor de matemáticas y si quieres que la economía funcione tienes que fomentar las Pymes”.
Rosa
“Hay muy poca oferta y antes sí había. La verdad es que ha bajado mucho la hostelería. No ves las calles llenas en el centro como antes”.
Jesús
“Yo he trabajado en el mundo de la hostelería. Hoy en día, el sector hostelero en Melilla está muy mal. El centro está muerto. Sin embargo hace cuarenta años estaba lleno de cafeterías, bares y restaurantes”.
Marina
“Cada vez hay más oferta, se acaba de abrir un hotel en la calle General Marina. Veo que estamos en el buen camino. Las terrazas cada vez están mejor, el servicio es bueno. Tenemos nuestras barbacoas típicas de pinchitos. Yo la verdad es que lo valoro de una forma muy positiva”.
Antonio
“Encuentro la oferta hostelera algo escasa. En cuestión de cafeterías tenemos bastantes, pero en todo lo referente a restaurantes es bastante escaso”.
Víctor
“Falta variedad. La oferta que hay es interesante, pero en el ámbito de la restauración falta diversidad”.
Ya lo ven, los melillenses se dividen entre los que están muy satisfechos con la hostelería, y los que demandan mayor variedad.
DEFICIENTE.