Las II Jornadas Cardiovasculares finalizaron ayer tras tres días de conferencias en las que han participado más de 20 profesionales sanitarios del Comarcal y de otros hospitales de referencia.
El ecocardiograma es una prueba que permite ver el estado de diferentes patologías relacionadas con el corazón. Habitualmente es utilizada por los cardiólogos, pero la intención de las II Jornadas Cardiovaculares y de un grupo de facultativos es que se implante en diferentes áreas de la atención sanitaria, con el objetivo de que los médicos de familia o los internistas de Urgencias puedan contar con este aparato y realizar una aproximación al diagnóstico en pacientes con posibles patologías cardiacas.
Este tema fue uno de los tratados durante el día de ayer en una conferencia enmarcada en las II Jornadas Cardiovasculares organizadas por la Asociación Melillense para la Investigación en Neurología y Cardiología (Amincar) que finalizaron tras tres días de trabajo intensivo y de charlas amenas y multidisciplinares. En ellas han intervenido más de 20 profesionales del Comarcal y de otros hospitales de referencia.
Objetivos
El objetivo de esta nueva edición era poner al día los conocimientos sobre la insuficiencia cardiaca, protagonista de la mayor parte de las conferencias. Además, se ha desarrollado el II Taller de Patología Neurológica dentro de esta iniciativa, siendo el ictus, el centro de atención de las conferencias de esta área.
Amincar organiza estas jornadas turnando los asuntos de cardiología con los de neurología según sean años impares o pares.
Ecocardiogramas
El coordinador del grupo cardiovascular del SEMFC, José María Lobos Bejarano, destacó en su ponencia ofrecida ayer la importancia de que equipos, como Urgencias o Atención Primaria, tengan a su disposición un ecocardiograma, aunque de momento no es una realidad debido a que se precisa una inversión económica y formativa.
Su aplicación es una prueba que hacen los cardiólogos pero también sirve para ver determinadas patologías concretas, comentó este experto. De esta forma, informó de unos pequeños ecocardiogramas que tienen un coste razonable y que permite hacer un cribado inicial al internista o médico de familia.
Estos aparatos tienen una buena resolución e incluso incorporan un software para volcar la información al ordenador y así, analizarla con más tranquilidad
¿Qué pasa en el corazón?
Además, comentó que esta prueba se aplica a los grandes síndromes clínicos, como la insuficiencia cardiaca en el paciente que tiene un infarto, en una valvulopatía o en una enfermo hipertenso.
“Esta prueba puede dar una gran cantidad de información sobre la morfología del corazón, es decir, las estructuras, pues nos dice si los ventrículos o la aurículas tienen un tamaño adecuado”, explicó Lobos.
En este sentido, remarcó que es una prueba con un gran funcionalismo y “nos permite ver el movimiento constante del corazón, así como las válvulas cardiacas o el pericardio, que es la funda que envuelve el corazón, de forma que permite con bastante precisión dar un diagnóstico más aproximado tanto de la anatomía como del funcionamiento”.
La técnica no es novedosa, pues tiene más de 50 años, pero la utilización ha ido aumentando y la precisión de los aparatos y los software que incorporan sí han cambiado a lo largo del tiempo. Recientemente se ha incorporado a este aparato la visión en 3D.
“Ahora las mediciones son exactas y la cuantificación de medidas, como con las valvulopatías, casi un estudio de un cateterismo sin llegar a ser tan agresivo”, destacó Lobos.
No causa daños
El ecocardiograma es una prueba incruenta, ya que los pacientes sólo pueden sentir molestias en el caso de que haya que apretar un poco en la zona del tórax para conseguir una mejor imagen. Así, puede ser molesta en enfermedades pulmonares obstructivas o con personas obesas algo más complejo, y que no permitan distinguir bien la imagen, a lo que se llama ‘mala ventana’. “Pero actualmente con las mejorías en tecnologías casi no ocurre, cuando en años antes en un 10 o un 12 por ciento tenían mala imagen”, apuntó este experto.
Formación
El ecocardiograma es una prueba que da el mejor rendimiento en manos de un experto, fundamentalmente de un cardiólogo, y se estima el tiempo de aprendizaje para dominar esta técnicas según la Asociación Española de Cardiología en nueve meses, aunque el mínimo sería de unos tres.
La orientación de la propuesta de Lobos no es sustituir al cardiólogo en la ecocardiología reglada sino que en determinadas situaciones otros facultativos se sirvan de ella para avanzar en el diagnóstico del paciente. Éste sería el caso de enfermedades más generales, por ejemplo, para detectar si un hipertenso tiene una hipertrofia o no; para hacer una valoración inicial en la urgencia hospitalaria de un derrame pericárdico; o para obtener una valoración y unos primeros datos de una insuficiencia cardiaca.
Epidemia del XXI
La insuficiencia cardiaca es una patología cada vez más frecuente debido al aumento de la esperanza de vida.
Riesgos
La incidencia de esta patología aumenta de forma drástica a partir de los 65 años. Se precisa de un cambio en el estilo de vida para prevenir estas enfermedades, es decir, dieta equilibrada, ejercicio físico y dejar de lado el estrés
Más de 450 pruebas y formación en unos meses
El jefe del área de Cardiología del hospital Comarcal, Enrique Crespillo, indicó que en esta institución los tres cardiólogos realizan ecocardiogramas.
Así, apuntó que el pasado año se realizaron alrededor de 450 pruebas, sobre todo, destinadas a los pacientes que ya están controlados por esta unidad, puesto que se realiza en todos los enfermos cardiópatas. Una cifra menor que en años anteriores, tal y como apuntó.
Crespillo apuntó que los resultados de esta prueba se utiliza como información a la hora de hacer un pronóstico, un diagnóstico y poner un tratamiento.
Por ello, indicó que era partidario de que se adquirieran unos ecógrafos pequeños, que ya se han pedido al Ingesa, para que una vez se haya formado a los profesionales de Melilla se puedan utilizar en áreas como Atención Primaria y Urgencias.
En este sentido, Crespillo comunicó que se van a realizar una serie de cursos de formación de rehabilitación cardiaca en octubre, por lo que, los destinados a esta técnica se aplazarán hasta el mes de marzo o abril de 2012.
Se podrán apuntar a este último curso personal de urgencias, médicos de Atención Primaria y otros especialistas, como intensivistas y neurólogos.