El Gobierno ha abonado ya las dos facturas pendientes que tenía el Corte Inglés con la Ciudad Autónoma de Melilla, según ha afirmado este martes el consejero de Hacienda, Daniel Conesa. Según dijo, se trataba de dos cuestiones pendientes por importe de 237.500 y 759.000 euros que fueron registradas en octubre del año 2022 correspondientes, entre otras cosas, a viajes y los cruceros.
“Esas facturas han estado ahí meses sin tramitarse por los motivos que sea, pero ya están abonadas, una en agosto y la otra en septiembre pasado. Y las hemos pagado nosotros, que tuvimos que solucionar el problema para abonarlas”, explicó.
El titular de Hacienda manifestó que no hay constancia de otros impagos a esa empresa salvo algunas cuestiones pequeñas, que suman muy poca cantidad. “Evidentemente las tendremos que pagar una vez que subsane lo que haya que arreglar”.
Conesa respondía así a las críticas de la diputada socialista Elena Fernández, a la que pidió que “se calle la boca, con todo el respeto a su libertad de expresión” a la hora de hablar de facturas y contratos. “Habrá que preguntarles a ellos por qué no las pagaron. En todo caso, si hubiese en el año 2019 facturas que hubiésemos dejado del Corte Inglés sin pagar, pues lo lógico es que ellos, en cuatro años que han gobernado, las pagasen”.
Además, Daniel Conesa aseguró que Treviño dejó los presupuestos de Cultura “hechos unos zorros”. “De las primeras cosas que tuve que ocuparme como consejero de Hacienda ha sido buscar dinero para poder hacer la Feria, entre otras cosas”.
Y si algunas partidas, como la de Festejos, disponía de 900.000 euros otras, como las de Educación, estaban en negativo, lo que suponía de facto traspasar dinero de unas a otras. “A efectos prácticos no había dinero y hubo que buscar de dónde sacar para hacer la Feria y dejar unas cantidades para terminar el resto del año. Así que Treviño miente y ella es la que no sabe leer un presupuesto y lo ha demostrado”.
“Quiero pensar que es que no sabe, no que está mintiendo. Prefiero aplicarle el beneficio de la duda y simplemente creer que no sabe leer un presupuesto ni cómo funcionan las cosas”.
Teatro Kursaal
Por otro lado, respecto al cierre del Teatro Kursaal, Conesa insistió en que la rehabilitación que necesita es lo suficientemente importante como para que no esté abierto al público puesto que temas como el suelo del escenario corre peligro de hundimiento.
Además, acusó a la propia Elena Fernández Treviño, otrora consejera de Cultura y máxima responsable del edificio, de no haber hecho nada por el mantenimiento de las instalaciones. “Si el Kursaal se ha tenido que cerrar ha sido por su nefasta gestión”, señaló.
De hecho, recordó que durante los dos años de pandemia en que el teatro no pudo funcionar por las restricciones propias de la situación sanitaria, podría haber aprovechado para subsanar las deficiencias de un edificio que data de 1930 y, en consecuencia, está cercano a su centenario.
“Se rehabilitó en 2011 pero sigue siendo un edificio antiguo pese a los trabajos que se hagan. Es más que probable que le surjan problemas a unas instalaciones que, aunque se hicieron nuevas, siempre tiene problemas en los muros, humedades y otras cosas, más el desgaste propio del intenso uso que se le ha dado”, subrayó.
A ese respecto recordó que durante los últimos ocho años de Gobierno del PP hasta 2019, el teatro tuvo un uso intenso, si bien cuando llegó la nueva consejera Treviño “recibió un edificio en condiciones, salvo los lógicos mantenimientos que se deben de hacer”. “Nosotros se lo dejamos en condiciones y funcionando”.
Lo que ha sucedido, según Conesa, es que la falta de mantenimiento ha deteriorado notablemente las instalaciones. “Ha agravado muchísimo los problemas porque no invirtieron nada durante la pandemia. Lo tuvieron cerrado sin hacer nada”.
Y es que, alertó, no solo se trata del aire acondicionado sino de cuestiones de seguridad. “Actualmente existen graves problemas que impiden el funcionamiento del teatro, aparte del aire acondicionado que no funciona porque no tuvo mantenimiento. Tenían que haberlo cambiado después de ocho años funcionando y si no lo cambias ni lo mantienes, termina sin funcionar, que es lo que ha ocurrido”.
Pero lo realmente preocupante, insistió Conesa, es el tema de la seguridad. No en vano, resulta imposible montar la concha acústica porque hay defectos en el suelo escénico, que puede hundirse. “Eso pone en grave riesgo la integridad física de las personas que se suben a ese escenario”.
Daniel Conesa aseguró que la Consejería de Cultura tenía un informe desde 2020 sobre la situación del teatro y la necesidad de cambiar el aire acondicionado. “Pues no hicieron nada y eso ha obligado, desgraciadamente, a tener que cerrarlo para solucionar esos problemas. No se ha cerrado por gusto sino porque las condiciones ya suponen un peligro también para la seguridad de las personas”.
Debería ser Paco Diaz el pagador y en consecuencia el Partido Popular o cualquiera de sus ETT. Menudo chiriguito que 5 años después sigue pagando el desgraciao contribuyente. Ni al capone en sus peores momentos