El Día del Niño se ha hecho notar en la Feria, que se encontraba anoche a rebosar de gente. Cientos de familias acudieron al Real para que los más pequeños de la ciudad disfrutasen de sus cacharritos favoritos aprovechando los descuentos que había ayer (entre un 30% y un 50% menos en el precio de las entradas).
Las largas colas para las atracciones más clásicas era la estampa habitual: la ranita feliz, el tren de la bruja o el gusano loco ganaban por goleada entre los niños y niñas, que esperaban ansiosos para poder montarse.
Pero no solo los niños disfrutaron ayer de este día. También lo hicieron los más grandes en la nube, el barco vikingo o el experience –la nueva incorporación de este año, para los más valientes y que no deja indiferente a nadie–.
Además, como el resto de días, también se respetó la franja sin ruidos para los niños con TEA.