Aún no hemos llegado al meridiano de la campaña electoral y la crónica de sucesos se impone trágicamente sobre lo que debería ser un mero concurso de ideas, un amplio debate en torno a la Melilla futura que queremos. La violencia verbal en los discursos, los ataques permanentes y los actos de agresión como los que ayer volvieron a sufrir los candidatos y militantes del PP en la Cañada de Hidúm, hacen temer una radicalización política insana más allá del extremo enconamiento personal predominante en nuestra clase política.
Por ello y aún pecando de predicadores en el desierto, solicitamos responsabilidad y sosiego a todas las candidaturas y partidos en liza, con el fin de hacer de esta campaña un ejemplo de la validez de nuestra clase política en general, de la necesidad de revalorizar a nuestros políticos, de aprovechar las ocasiones que brinda
para acercar más la política a los ciudadanos, para hacer en suma una política mucho mas participativa y democrática.
No se pueden tolerar hechos como los de inicio de campaña ni ataques como los de ayer contra miembros del PP, asociaciones de vecinos o ludotecas de la Ciudad Autónoma; ni tampoco las agresivas pintadas contra Juan José Imbroda. Extralimitarse es tan peligroso como difícil poner remedio a la postre.
Nos quedan, a partir de mañana, ocho días de campaña por delante. Dignifiquemos entre todos a la Democracia por el bien de Melilla y los melillenses.