La escuela de flamenco de Melilla actuó el viernes pasado en el centro comercial Parque Murias, lo que hizo las delicias del público allí presente aquel día.
Últimamente, como acciones dinamizadoras para Melilla, también han realizado conciertos en otros lugares de la ciudad, como la plaza Menéndez Pelayo o Héroes de España.
Desde 2012
Melilla también es flamenca porque dicho arte es elemento fundamental de la identidad colectiva de todas las culturas que viven en la Ciudad autónoma. Por ello, la escuela de flamenco, desde sus inicios, pone el máximo y esfuerzo y cariño para salvaguardar la cultura flamenca, la cual, se estaba perdiendo.
La Escuela de Flamenco de Melilla se inició en septiembre del 2012 y fue uno de los proyectos (taller flamenco) pioneros a nivel nacional, ya que desde el inicio contaba con un plan estratégico para fomentar la cultura musical flamenca en la ciudad, haciendo partícipes tanto a ciudadanos como instituciones. De esta forma, y al no conocerse ningún proyecto similar, se convierte en un proyecto pionero a nivel nacional. "Supimos que fue un proyecto pionero cuando personas procedentes de otros lugares de España que se trasladaron aquí por motivos laborales y nos decían que, en el lugar donde vivían, no existía un sitio donde recibir clases de flamenco y que fuese prácticamente gratis tal y como ocurre en Melilla", explican desde la asociación, que señala los casos de Francisco Javier o Jorge González, ambos granadinos y funcionarios del Estado que fueron trasladado a Melilla para desempeñar sus labores y se dirigieron a los monitores para comunicarles que en Granada no existía una escuela taller de flamenco. Podemos poner también el caso de Antonio (alumno de guitarra): Un malagueño que nos decía que, si quisiera recibir clases de flamenco en Málaga, tendría que pagar clases privadas", cuentan desde la escuela de flamenco. También resaltan el caso de Manuel, gaditano afincado en Melilla, el cual dice que en su tierra tampoco existe una escuela de flamenco que estuviese apoyada por una institución pública.
Así, lo que empezó siendo un proyecto piloto se ha consolidado con el paso del tiempo y cada año han aumentado el número de matrículas y el nivel de participación de la escuela en la ciudad. Año tras año se han ido incorporándo mejoras, afirman desde la escuela, aunque admiten que "todavía queda mucho por hacer".