El paro bajó en abril en todas las comunidades autónomas, a excepción de en el País Vasco, Melilla y Ceuta. Con un 4,61 por ciento, fue Ceuta además de nuestrta ciudad donde más aumentó, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo e Inmigración. En Melilla, el número de parados alcanza los 10.272, lo que supone 98 más que el mes anterior y 854 más que en 2010, amén de casi 6.000 más si la retrospectiva en la comparativa la extendemos a marzo de 2004, cuando José Luis Rodríguez Zapatero llegó al Gobierno de la Nación.
Las cifras, desesperantes y calamitosas, prueban que la crisis ha sido nefasta para Melilla, porque ha agudizado aún más un problema histórico, endémico y crónico como es en nuestro caso el desempleo.
Nuestra ciudad no necesitaba de la crisis económica para tener un altísimo índice de paro, pero ahora ha llegado al máximo, poniendo en riesgo la estabilidad social misma de Melilla.
En ese contexto, los temas principales que están pivotando sobre esta campaña electoral a instancias del llamado bloque anti-PP, causan vergüenza propia y ajena, porque resulta denigrante que dirigentes como los socialistas, de CpM o el nuevo PPL de Velázquez se atrevan a comparecer en rueda de prensa en un día como el de ayer obviando la tragedia que arrojan las cifras de paro en Melilla. Un detalle muy ilustrativo de qué les preocupa y cuáles son sus prioridades de cara a alcanzar el poder.