Los cientos de melillenses que la tarde de este lunes se encontraban en la playa fueron alertados de la prohibición del baño, pasando la bandera de verde a roja mientras los socorristas sacaban a la gente del agua. El motivo no es otro que un pequeño vertido de aguas residuales en la zona del Río de Oro, motivo por el que se decidió suspender el baño en las tres playas: la Hípica, los Cárabos y San Lorenzo.
La medida se adoptó con carácter preventivo después de que se rompiera una bomba de impulsión de la Planta Depuradora de Agua que se encuentra en la zona de La Hípica, según explicó a El Faro el consejero de Medio Ambiente en funciones, Hassan Mohatar. En ese sentido, manifestó que para arreglar la bomba era necesario hacer unos trabajos en las instalaciones ubicadas en el Río de Oro y es ahí donde, al llevar a cabo la reparación, se rompió la tubería y se vertieron aguas residuales al mar por espacio de unos quince minutos, comentó.
A la vista de la situación y como medida de precaución, se pidió a los socorristas que de forma coordinada con los trabajadores de la depuradora procedieran al desalojo de la costa. Esas aguas residuales no llegaron prácticamente más que a la zona de la desembocadura del río, donde no suele haber bañistas, pero el consejero manifestó que se optó por sacar a la gente del mar por una cuestión de prevención.
De ese modo, las banderas en las playas pasaron de verdes a rojas mientras los socorristas informaban a los bañistas acerca de la necesidad de que salieran del agua.
La avería, según dijo Mohatar, no es especialmente grave ni tiene grandes problemas pero hay que trabajar en su reparación, lo cual hará que la bandera roja siga ondeando en las playas al menos hasta este martes. Es decir, los melillenses podrán disfrutar de la arena pero no podrán bañarse en el mar hasta que los trabajos hayan concluido y vuelva la normalidad a la zona de la depuradora.