No hay mucha gente en esta ciudad que pueda alardear de cumplir 100 años pero la melillense Pepita Gil lo ha logrado. Este jueves, 8 de junio, celebraba su centenario y lo hacía rodeada de familiares y amigos en un conocido local de la Plaza de las Culturas. Y, como manda la tradición, no podía faltar la tarta conmemorativa.
Pepita Gil es almeriense de nacimiento pero se trasladó a Melilla con su familia cuando apenas era una niña de 12 años. Desde entonces, ésta ha sido siempre su ciudad, donde conoció a su marido, militar de profesión, y padre de sus cuatro hijos: dos chicos y dos chicas.
Toda su vida la hizo en los conocidos pabellones militares del número 7 de la Avenida del General Macía, enfrente de la dársena pesquera. Allí ha vivido durante décadas con su marido, que falleció a los 93 años. Fue un matrimonio muy longevo.
Actualmente tiene una familia extensa, con siete nietos y seis bisnietos, varios de los cuales se unieron a la celebración, que se inició con una comida y continuó por la tarde partiendo la tarta de rigor, que también tenía sus velas, ya en compañía de vecinos y amigos como Pilar Benaya, íntima de su amiga Carmelina, que ha querido dar a conocer este inusual cumpleaños a todos los melillenses.
Pepita Gil ya tiene algunos achaques. Tres operaciones de rodilla (“la primera fue en Madrid y no quedó bien”, nos cuenta su hija Carmelina) la tienen un poco postrada pero sigue conociendo a todos los miembros de su familia.
No todos sus hijos viven en Melilla. Uno de ellos ha venido de la península para estar presente en esta bonita celebración. Otros dos ya estuvieron en la ciudad el pasado mes de febrero porque no les era posible desplazarse en junio para participar en la fiesta mientras que Carmelina sí reside aquí.
Desde El Faro de Melilla deseamos a Pepita Gil muchas felicidades y que el año que viene celebremos con ella sus 101 años.