El PP cree que los asaltos a carteros que se han producido en Melilla dos días en esta semana para robarles votos por correo se debe a que “el Estado ha fallado” al no tomar “decisiones correctas” para evitar que se pudieran producir casos de este tipo.
En rueda de prensa, el presidente y candidato del PP de Melilla a las elecciones, Juan José Imbroda, ha señalado que los precedentes en las últimas elecciones “no eran tanto como ahora”, cuando “están asaltando diariamente a carteros que van a repartir los votos” y desde este jueves se les ha puesto escolta policial después de “una manifestación en cartería”.
“Eso no ocurre en ningún sitio de España ni de Europa”, ha lamentado Imbroda antes de cargar contra sus adversarios políticos, ya que mientras “la vocación del PP es que Melilla sea más España y más Europa, los otros la hacen menos España, menos Europa y hasta menos Marruecos”.
Además de los robos de votos a carteros, Imbroda ha asegurado que “están coaccionando” a personas para que vayan públicamente contra el PP en esta campaña electoral.
Así, ha asegurado que “dos matones” fueron este miércoles, a las 16.30 horas, a la casa de una responsable de una asociación que trabajó con el anterior Gobierno de Melilla “para que saliera a criticar al PP y denunciara a la exconsejera Fadela Mohatar”.
Imbroda ha atribuido lo sucedido al “alto grado de desesperación que tiene Mustafa Aberchán”, presidente de Coalición por Melilla (CPM), porque “se les va y se les ha ido la base que tenían”, y ha señalado como una evidencia que este partido, el más importante del Gobierno local, hiciera una presentación de candidatura “clandestina”.
De todos modos no es la primera vez que roban votos por correo en una precampaña electoral en Melilla. Ya en el 2015 se produjeron estos atracos, concretamente en la Cañada de Hidum cuando el trabajador de correos se encontraba repartiendo la correspondencia por la carretera de Hidum, una de las principales vías de acceso al barrio, en concreto a la altura del número 66.
Tras subir a un segundo piso a entregar la correspondencia y volver a la calle para seguir trabajando, el cartero en cuestión se percató de que alguien había forzado la cerradura del maletero de su motocicleta, en la que esa mañana transportaba únicamente documentación para votar por correo que iba a entregar a sus solicitantes, todos ellos vecinos de ese barrio.