La Delegación del Gobierno de Melilla ha dado la razón a dos funcionarios de la cárcel de Melilla que recurrieron a Sabrina Moh en enero pasado después de que el director de la prisión, Francisco Rebollo, le denegara el permiso para viajar a la península a cuidar de un familiar enfermo, ingresado en un hospital.
Para la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) esto demuestra que Rebollo cree que la cárcel es su cortijo y por eso se toma la libertad de menoscabar los derechos de los trabajadores a su antojo.
Los hechos se remontan al 24 de enero pasado, cuando el sindicato APFP registró en la Delegación del Gobierno una queja de dos trabajadores de la cárcel de Melilla que apelaron a Sabrina Moh exigiendo respeto a derechos laborales consolidados en España.
En el documento registrado en la Delegación, los funcionarios de la cárcel de Melilla denunciaron que solicitaron verbalmente permiso remunerado para ausentarse del trabajo por ingreso hospitalario de un familiar que vive fuera de Melilla y no les contestaron.
Ante el silencio administrativo, hicieron la petición por escrito y ésta fue denegada verbalmente recomendándoles que registraran su solicitud en la Delegación del Gobierno, que en la ciudad depende de la socialista Sabrina Moh.
Ahora la Delegación del Gobierno ha resuelto a favor de los funcionarios teniendo en cuenta los hechos y la justificación aportada por los trabajadores. No obstante, les aclara por escrito que existe la posibilidad de que el centro de trabajo deniegue estos permisos a varios trabajadores a la vez si lo piden para cuidar a la misma persona.
Pero insiste en que cuando se deniega, hay que justificarlo y fundamentar por qué se considera fraude o abuso de derecho, bien sea por la continuada recurrencia a él o porque no se justifica como es debido.
Sin embargo, desde APFP recalcan que esta salvedad que hace la Delegación del Gobierno no está contemplada en la ley.
De esta forma, deja claro que la denegación del permiso a varios trabajadores no puede convertirse en causa denegatoria sin mayor motivación, como ocurrió en este caso, en el que la denegación se hizo de manera verbal.
APFP lamenta que el fallo de la Delegación llegue cuatro meses más tarde ya que los trabajadores, para poder viajar usaron días de asuntos propios, que esperan que ahora, tras el fallo a su favor, se les devuelvan.
Para APFP, la negativa a conceder permisos amparados en la legalidad se suma a la larga lista de quejas que los sindicatos de prisiones vienen denunciando en la cárcel de Melilla, desde que el año pasado, la Dirección del centro dejó sin complemento extraordinario a todos los funcionarios, siendo los de la ciudad, los únicos de toda España que no fueron reconocidos económicamente tras el sobreesfuerzo realizado durante la pandemia del coronavirus. Paradójicamente, los jefes de la cárcel sí cobraron ese incentivo.
A lo largo de todo el año pasado, la cárcel de Melilla fue diana de las denuncias sindicales por supuestos excesos cometidos en las sanciones aplicadas a funcionarios tras fugas mediáticas de presos además de las denuncias por plagas de ratas en zonas comunes como la cocina o la sala donde se cambian los trabajadores.
Instituciones Penitenciarias no ha dado importancia a las denuncias sindicales y a las firmas recogidas por los funcionarios pidiendo la dimisión de la Dirección del centro.