El Faro ofrece hoy una primera entrevista con el delegado del Gobierno que pretende servir de presentación de la nueva autoridad gubernativa, aproximarlo a los ciudadanos y trasladar su distinto carácter, tan distante afortunadamente al extremo enconamiento personal que cada vez más polariza en exceso nuestra vida política. En la entrevista, Antonio María Claret presume de sí mismo que puede aportar sosiego al ámbito público melillense, lo que pareciendo una simple declaración de intenciones es más que una mera expresión voluntarista. Aparentemente, reúne requisitos para lograrlo. Es un hombre con gran formación académica y política, que muestra mesura en su carácter y trato con terceros y que, al menos formalmente, sabe distinguir muy bien entre el cargo institucional que ha venido a ocupar y su militancia en el Partido Socialista.
Ayer se reunió con el presidente Imbroda, en un primer encuentro de cortesía que acabó con el compromiso mutuo de establecer una estrecha colaboración entre la Ciudad Autónoma y el organismo gubernativo. Una oportunidad para iniciar una nueva etapa que exige de ese trabajo conjunto, imprescindible para resolver los grandes problemas de nuestra ciudad. Esperamos y deseamos que así sea, y que tras la foto feliz de ayer venga el trabajo serio y el respeto mutuo y necesario para hacerlo posible.