El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dijo este lunes que las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, en las que tildaba a Marruecos de dictadura son "a título personal".
La candidata de Sumar confirmó en una entrevista con el periodista Jordi Évole emitida este domingo en La Sexta que, en caso de dirigir el gobierno, rompería "sin lugar a dudas" el acuerdo que tiene el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el rey de Marruecos para volver a la posición tradicional de España respecto al Sáhara, al tiempo que definió al país norteafricano como "una dictadura".
"Esas declaraciones son declaraciones a título individual", afirmó el jefe de la diplomacia española en declaraciones a la prensa en Estrasburgo (Francia), tras reunirse con grupos políticos españoles en el Parlamento Europeo con motivo de la próxima presidencia española del Consejo de la Unión Europea.
Albares consideró que "puede haber opiniones de otros grupos políticos, pero lo que está claro -dijo- es que la forma en que el Gobierno de España encara sus relaciones con su vecindario y muy especialmente con aquellos países con los que tiene frontera común, es de colaboración y cooperación, es con respeto mutuo y también es con responsabilidad".
Y añadió: "Yo, desde luego, como ministro de Asuntos Exteriores, es como me conduzco siempre en las relaciones con todos nuestros vecinos y es lo que el Gobierno va a seguir haciendo".
La nueva política de Sánchez sobre el Sáhara Occidental enfrentó desde el principio un frente común de críticas que mantienen sus socios de coalición, sus aliados parlamentarios y la oposición.
"No se puede estar peleado contra Marruecos cuando tenemos una frontera terrestre común que tenemos que gestionar y tantos desafíos conjuntos", subrayó Albares.
En esa entrevista, Díaz también sugirió que no habría mantenido en el cargo al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras la muerte de 23 inmigrantes en la valla de Melilla, algo que consideró "intolerable", y que si fuera presidenta del Ejecutivo designaría para ese cargo a alguien que "haga cumplir los derechos humanos en nuestro país y cualquier lugar del mundo".
El giro histórico que dio en marzo de 2022 el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, con el apoyo al plan de autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental puso fin a una grave crisis con Marruecos.
El 18 de marzo del año pasado, el gabinete real marroquí difundió una carta que Sánchez envió pocos días antes al rey Mohamed VI en la que apoyaba la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 ante Naciones Unidas, considerándola como "la base más seria, creíble y realista" para la resolución del conflicto que data de hace 47 años.
El cambio de postura de España cerró una crisis diplomática con Rabat desatada en abril de 2021, cuando España admitió la hospitalización del líder del movimiento independentista saharaui Frente Polisario y presidente de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD), Brahim Gali, enemigo número 1 de Marruecos, pero abrió otra crisis con Argelia, que en junio pasado decidió romper el Tratado de Amistad hispano-argelino.
Desde entonces, Marruecos y España arrancaron una nueva era con una estrecha coordinación en varios ámbitos.
Esta nueva etapa está marcada por la firma de una hoja de ruta entre Sánchez y Mohamed VI que cubre todos los ámbitos de cooperación entre los dos países, y se ha consolidado con la celebración a principios de febrero pasado en Rabat de la Reunión de Alto Nivel (RAN) hispano-marroquí, la primera en ocho años.
"La posición de España y del gobierno de España en relación a Marruecos está claramente explicada en todos sus puntos en la Declaración Hispano Marroquí del 7 de abril del año pasado y en la Declaración Conjunta Final de la Reunión de Alto Nivel", recordó hoy Albares.