El 15 de junio de 1977, por primera vez en España desde 1936, se celebraron elecciones generales libres. Durante cuatro décadas unos pocos impusieron a la mayoría su forma de pensar, sus creencias, sus leyes, sus intereses, su moral, su justicia, sus políticas… lo hicieron de manera arbitraria, revanchista, autoritaria, violenta, cruel, injusta y descarnada.
Los que defendieron la democracia sufrieron represión, persecución, tortura, cárcel y exilio. Y muchos lo pagaron incluso con la propia vida. La ciudadanía, en su conjunto, no pudo hablar con libertad, discrepar o divergir de quienes ostentaban el poder, mucho menos participar en protestas o manifestaciones. La ciudadanía no podía hacer huelga, divorciarse, o elegir qué música escuchar o libros leer, ya que el régimen se encargaba de censurar todo aquello que consideraba inapropiado.
Han pasado 46 años desde aquellas primeras elecciones libres. Un proceso electoral que abrió la puerta a nuestro país al desarrollo, a la modernidad, a la democracia, a la tolerancia y al progreso. El nivel de desarrollo alcanzando por Melilla y por nuestro país no ha tenido parangón en toda la historia y lo ha hecho, porque gracias a la democracia, nuestra ciudad y nuestro país es la suma de todos y todas nosotros, y no la imposición de unos pocos.
Cuando uno mira alrededor y ve lo que sucede en muchos países del mundo, donde la democracia solo es un sueño, donde regímenes tiránicos han robado al pueblo la soberanía que le corresponde, comprende uno, aún más si cabe, lo valiosísimo que es contar con un estado de derecho, cuyos valores superiores son la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Por todo ello, porque soy profundamente consciente del valor de la democracia, de voto libre, individual, directo y secreto, estoy siguiendo con enorme preocupación todas las noticias y reseñas sobre la presunta compra de votos y el cruce de acusaciones entre los líderes del PP y de CpM sobre esta cuestión.
Por ello, desde esta tribuna, hago un llamamiento a toda la ciudadanía. Pido que nadie venda su voto, que ejerza un derecho que tanto ha costado conquistarlo y vote en libertad, en conciencia, y en función de sus ideas a la formación política que mejor crea oportuna.
Voy más allá, pido que cualquier melillense que conozca una posible irregularidad, que le ofrezcan dinero por su voto, o que sepa de alguien que está intentando interferir en la libertad de cualquier ciudadano para ejercer libremente su derecho al voto, lo denuncie ante la Policía Nacional o la Guardia Civil porque la compra de votos es un atentado contra la democracia y contra la propia libertad.
Los socialistas vamos a denunciar cualquier práctica irregular de la que tengamos conocimiento y, de igual manera, pido a PP y CpM, y al resto de formaciones políticas, que hagan un llamamiento público en los mismos términos y a que, al igual que vamos a hacer desde el PSOE, denuncien en Comisaría cualquier caso que conozcan.
El voto por correo es una forma de voto a distancia pensado para casuísticas muy concretas, para cuando los electores prevén que, en la fecha de votación, no se van a encontrar en Melilla o que, por enfermedad o incapacidad, se vean impedidos para asistir a la mesa electoral.
La normativa prevé este sistema, recogido en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General o LOREG, y, por tanto, el ‘pacto’ planteado por Juan José Imbroda, para que las formaciones de Melilla se pongan de acuerdo y no se acepte ningún voto por correo en las próximas elecciones, es ilegal e imposible.
Alguien que ha ostentado la máxima representación del Gobierno de la Ciudad y que aspira a volver a tener responsabilidades de gobierno debería conocer algo tan básico como que una Ley Orgánica solo se puede modificar, con mayoría absoluta, en las Cortes Generales, y que ir en contra de la legalidad vigente es un delito.
Lo que sí puede hacer el PP, CpM y todos los partidos de la ciudad, es fomentar el voto directo, el voto en urna. Hacer un llamamiento para que todo aquel pueda, que son la mayoría de los ciudadanos, vote personalmente en urna el próximo 28 de mayo.
Lo que sí están en las manos del populares, cepemistas y el resto de formaciones de la ciudad, es no contribuir al uso del voto por correo, a no fomentarlo, ni gestionarlo ni facilitarlo desde sus sedes y a través de sus militantes.
Desde el PSOE lo vamos a hacer, vamos a pedir a todo el mundo que vaya personalmente a su colegio electoral el próximo 28 de mayo y, desde su libertad y sus valores, ejerza su derecho al voto.
En las próximas elecciones nos jugamos mucho más que el color político del próximo gobierno, nos jugamos las políticas públicas que se van a desarrollar, las medidas para seguir potenciando el desarrollo socioeconómico de nuestra ciudad, la convivencia de las diferentes culturas, la defensa de nuestro medio ambiente, la apuesta por la educación y la igualdad, el desarrollo de la cultura, el fortalecimiento de nuestros servicios públicos… pero también la propia calidad democrática de nuestra administración, de la institución más cercana, como es el Ejecutivo local y la composición de nuestra Asamblea. Todo eso lo debes elegir tú.
La democracia es el bien más preciado que tenemos. No permitas que nos lo quiten.