Corazón Guerrero de Erfoud es una fundación que cuenta con dos años desde su puesta en funcionamiento con el único objetivo de ayudar a los niños y mujeres menos favorecidos a alcanzar una vida mejor con la clave de la educación. Erfoud está a unos 600 kilómetros de Melilla y habitualmente visitada por los elillenses.
Por esta causa , la primera y más importante acción de esta Fundación es una escuela situada en esta pequeña población marroquí que recoge a niños de la zona para impartirles clases y ofrecerles una educación que de otra manera sería inalcanzable.
Jalad –‘Caracola’- es el responsable directo de Corazón Guerrero. Es un joven marroquí que ve reflejada su vida en los ojos de estos niños. Una vida nada fácil que poco a poco le va recompensando por su trabajo y tesón. Su corazón guerrero le llevó a querer para todos los niños de su población lo que a él algún día le llegó, la educación .
Dice el filósofo que la educación ayuda a la persona a saber lo que es capaz de ser, ser en este caso un niño que acude a la escuela como cualquier niño de su edad en cualquier país civilizado del mundo. No es fácil , la escuela “El desierto de los niños” acoge a decenas de pequeños para ofrecerles la oportunidad de conseguir un soporte educativo hasta los seis años, edad en la que el gobierno marroquí tiene estipulada la entrada en los colegios oficiales del país.
La labor de Corazón Guerrero
La labor de Corazón Guerrero de Erfoud también tiene un apartado para las mujeres. Se trata de mujeres que han estado toda la vida alejadas de algo parecido a la alfabetización. En la escuela se las enseña a escribir al menos su nombre y una actividad más , la costura. Aprender un oficio es igual de importante, significará en el futuro , y en el mejor de los casos un trabajo. Jawad nos cuenta que la Fundación tiene la intención de que los productos resultantes de este aula de costura se vendan en España al objeto de hacerles llegar a estas mujeres, casi todas mal situadas económicamente ese dinero.
Esta ONG de Erfoud nació de forma modesta pero gracias a la ayuda de muchas personas y entidades ha ido subiendo y mejorando en ayudas y servicios. La fundación sin embargo no quiere quedarse solo con la ayuda prestada en Erfoud y desea crecer por pueblos cercanos e incluso construir un hospital . La zona de la que hablamos es una de las menos favorecidas de Marruecos, muy cercana al desierto. Es una pequeña población rodeada de pequeñas poblaciones de similares características. La necesidad de ayuda es patente.
Cabe señalar que Jawad, popularmente conocido como “Caracola” pasó su niñez vendiendo fósiles a los turistas que pasaban por su población antes de llegar al paraíso del Sahara, la historia de este joven es fascinante, cada paso y reto conseguido son para él sueños que un día tuvo y que hoy son realidad. Gracias al apoyo prestado por asociaciones y empresas melillenses, Jawad ha creado “Corazón Guerrero de Erfoud, el desierto de los niños que responde a la filosofía de que la educación conduce a la liberación.
“Un corazón guerrero es un corazón que lucha, que late por su gente, que no se intimida por presiones de esta sociedad, que enfrenta sus errores y aprende, que saca lo mejor de sí y VIVE su máximo potencial”, dice Jawad.