Llega el ecuador de la Semana Santa melillense y lo hace con la estación de penitencia que realizarán este Miércoles Santo los sagrados titulares de la Real Cofradía y Hermandad Franciscana de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, más conocida en la ciudad como la Virgen de las Lágrimas. La salida está convocada en la Plaza de Toros a las 20.15 horas, donde ambas imágenes serán recibidas con honores por parte del Tercio Gran Capitán I de La Legión y del Regimiento de Artillería, respectivamente.
Previamente, esta medianoche, se habrá celebrado la oración ante Nuestra Señora con el encendido de las velas de su candelería. Se trata de un acto muy emotivo que cada año va reuniendo a un mayor número de fieles.
El primero en salir será Nuestro Padre Jesús Nazareno, un trono de misterio que muestra a Cristo portando a hombros la cruz. La talla, de autor desconocido, data de comienzos del siglo XVIII. Según detalla la revista de la Agrupación de Cofradías, se trata de una imagen de vestir que, al ser portada a hombros, da la sensación de que el Nazareno camina en la estación de penitencia.
El paso de palio de María Santísima de los Dolores, por su parte, es otro de los llevados por costaleros junto a ‘La Sentencia’, si bien se hace sobre los hombros, no sobre la cerviz. La primera vez que procesionó de este modo fue en 2009 ante el reconocimiento de los melillenses, que aplaudió como nunca la labor de los jóvenes costaleros, entonces guiados por el capaz Francisco Javier Nogales, asistido por José Hurtado.
La idea de llevar a la Virgen por los costaleros surgió después de que entre 2005 y 2008 el paso tuviera que salir sobre ruedas por la falta de portadores. Entonces, el joven cofrade Álvaro Guzmán propuso la transformación del trono al estilo sevillano llevado por una cuadrilla de 40 hombres.
María Santísima de los Dolores es la antigua Virgen de la iglesia de Nuestra Señora de la Peña del Peñón de Alhucemas, que fue traída a Melilla por Marcelo Nogales en 1931. Viste un manto de terciopelo de algodón negro y una corona estrenada en 2003 realizada con un baño de oro.