El director general de la Guardia Civil agrega que “a pocos metros” de las vallas hay pasos fronterizos
El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, alabó ayer el trabajo de los agentes del Cuerpo en las fronteras de España, a las que protegen de una inmigración “violenta” y “masiva” que “causa daños a la estabilidad y convivencia en Melilla y Ceuta”.
Así lo explicó a los medios en Zaragoza tras el acto solemne de celebración de la patrona, la Virgen del Pilar, en cuyo transcurso pronunció un discurso con referencias a la inmigración ilegal.
Añadió que “con la incomprensión de muchos” protegen la integridad territorial del país en las vallas, lugares en los que “a pocos metros” hay “pasos habilitados” donde “a diario entra legalmente cantidad de gente” a la que se “acoge sin ningún problema”.
También insistió en que a veces no se comprende bien el papel de las vallas ni la labor de la Guardia Civil, que es “muy dura”, porque lo que hace es cumplir una ley que hacen las Cortes Generales para que todos los ciudadanos españoles tengan garantizada su libertad y su estado del bienestar.
La Guardia Civil, apuntó, está al servicio de quienes la necesitan, “incluso poniendo en riesgo y perdiendo sus vidas”.
En concreto, Fernández de Mesa hizo referencia a la dotación de tráfico, que salvaguarda “los derechos y libertades” de los ciudadanos frente a quienes no cumplen las normas, en un trabajo que, en conjunto, es “impagable”.
Fernández de Mesa también tuvo un recuerdo para los guardias civiles asesinados por ETA y ha instado a “mantener” el relato de lo que sucedió en los años en los que el terrorismo tenía plena vigencia en el país y que “algunos” quieren “borrar de la historia de España”.
La Guardia Civil, que “nunca ha pedido venganza, sino simplemente justicia”, no quiere borrar de la memoria colectiva “la realidad de aquellos años”, sentenció.