Celebra que durante su mandato se hayan realizado “proyectos vitales para Melilla” pese a la crisis. Las relaciones con la Ciudad Autónoma, “una espinita clavada”.
“Tres años apasionantes”, así definió el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar su gestión realizada como máximo representante del Ejecutivo central en Melilla, pues aseguró que tal cometido, el de ser el máximo vocal del Estado en la ciudad, “es como un regalo”.
Así lo señaló en una entrevista concedida a ‘Onda Cero’, en la que probablemente será la última en calidad de delegado del Gobierno antes de los comiciones autonómicos, ya que Escobar se presentará como ‘número dos’ del Partido Socialista.
Ahondando en lo que le ha supuesto su cargo al frente de Delegación, reseñó que su máximo interés ha sido siempre el de trabajar por y para Melilla, “anteponiendo siempre el interés general de los ciudadanos”.
No obstante, apuntó que han sido tres años “muy intensos”, marcados por la crisis económica que atraviesa España, “la más importante en los últimos 80 años”.
Por tanto, señaló que ello le supuso un reto añadido, aunque pese a la mala racha financiera del país, el Gobierno logró ejecutar o encauzar proyectos de vital importancia para el desarollo de Melilla.
Entre estos, citó en primer lugar la creación de la playa de Horcas Coloradas y del nuevo paseo marítimo. De igual modo, destacó otros, como la creación de un nuevo centro educativo, el Altos del Real o la futura modificación del antiguo Mercado Central para crear en el inmueble una Escuela de Idiomas, un Centro de Educación para Adultos y un Conservatorio.
De similar modo, subrayó la importancia de iniciativas tales como el nuevo contrato de Navegación Marítima, gracias al cual los melillenses se beneficiarán de un mejor transporte a la península.
Así, calificó a todos estos proyectos de “ambiciosos y difíciles”, en el sentido de la que crisis económica provocó un considerable descenso del desarrollo de infraestructuras a nivel nacional.
Para Escobar, el que algunas de estas iniciativas vieran finalmente luz verde es claro ejemplo de la “sensibilidad” del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para con Melilla.
“Me he dedicado todos los días del mandato a cumplir mi tarea con la máxima dedicación”, añadió, “pero los logros conseguidos han sido gracias al apoyo de todos los Ministerios a la Ciudad Autónoma”, subrayó.
La otra cara de la moneda
A preguntas de los periodistas de ‘Onda Cero’, el delegado del Gobierno destacó que si le quedaba alguna “espinita clavada” de estos tres años era la de no haber tenido un diálogo fluido con la Administración local.
En este sentido, no buscó culpables para justificar esa falta de comunicación con el Ejecutivo melillense, aunque aseguró que su ausencia le había supuesto “una decepción”.
Y es que resaltó la importancia de que ambas administraciones colaboren el máximo posible en una ciudad como Melilla, por lo que no dudó en tender la mano al diálogo. “El entendimiento entre instituciones es importante y necesario”, concluyó el delegado del Gobierno.