“Los títulos, los pedigríes y los avales, los dan la gente. Si no, estaríamos hablando de sectas, de tiempos pasados”, contestó a modo de réplica moderada el líder del PP. Juan José Imbroda evitó ayer entrar en debates sobre el polémico retorno de Ignacio Velázquez a la política, marcado por su baja reciente del Partido Popular, el liderazgo de un nuevo partido auspiciado por el propio Velázquez bajo al nombre Populares en Libertad, y su controvertido status de inhabilitación para el ejercicio de cargo público.
Con un tono distante al que utilizó un día antes su secretario de Organización, Miguel Marín, Imbroda no puso calificativos de “traidor” ni ningún otro a Velázquez. “No quiero entrar en este tipo de debates. Hasta ahora mismo mis declaraciones han sido bastantes moderadas y templadas, y de respeto a sus manifestaciones aunque me descalificaran o casi me injuriaran, porque no he querido ser ningún obstáculo que favoreciera ninguna ruptura”. “Lamento mucho que se haya ido del partido junto a alguno de sus seguidores, pero allá ellos. A mí –apostilló. me preocupa la ciudad y gestionar mi gobierno y el Partido Popular de Melilla”.
No obstante, sí señaló que “los títulos, los pedigríes y los avales los dan la gente y los votos, porque si no estaríamos hablando de sectas, de círculos cerrados y tiempos pasados. Y yo, aunque sea mayor, maduro diría yo, sin embargo tengo muy claro que estamos en el Siglo XXI, no en 1980 ni en 1990, y que librar batallas del pasado como ejercicio teórico o ensayo pues puede ser admisible, pero a la gente todo eso le interesa poco. A la gente le interesa qué se ha hecho, que se está haciendo en Melilla, si ha mejorado la calidad de vida de sus ciudadanos en todos sus aspectos, si la situación actual admite comparaciones con otras épocas y si hay algunos que puedan hacerlo mejor”.
Para Imbroda, si actualmente es el presidente de la Ciudad y desde hace 2,5 años presidente del PP local, es “gracias a la grandeza de la Democracia”. “Llevó en el PP desde hace 8 años y lo he hecho en ejercicio de mi libertad de presentarme allí donde he creído que podía hacer algo. Si estoy en la presidencia de la Ciudad y del PP es porque los melillenses y mis compañeros de partido han querido, porque los melillenses han permitido que en estos diez años nuestro partido consiguiera más diputados en la Asamblea que nunca y que yo fuera el senador más votado de toda la historia democrática de Melilla”.