El senador por Córdoba Jesús Aguirre, coordinador sanitario del Partido Popular, llegó ayer a Melilla con los deberes hechos. Su radiografía de la sanidad melillense ciertamente no es nueva ni sorpresiva para nadie en esta ciudad, pero cobra mayor actualidad tras la denuncia reciente de Comisiones Obreras. El sindicato alertaba el pasado lunes de que los centros de salud y el hospital melillense se encuentran desbordados de resultas del crecimiento espectacular que la crisis económica está provocando en nuestro padrón, a costa no ya sólo de muchos melillenses que abocados al paro han vuelto para encontrar amparo y recursos entre sus familiares, sino también de trabajadores marroquíes, con residencia legal en España, que igualmente se empadronan en nuestra ciudad únicamente para disfrutar de prestaciones más ventajosas de las que, como en el ámbito sanitario, recibirían en su país de origen.
Lo que nos anda sucediendo no es sin embargo culpa de los que retornan. Es un reflejo del extremo al que podemos llegar cuando el desbordamiento es la tónica. La Sanidad en Melilla no atiende sólo a los melillenses, en gran medida atiende a mucha población de nuestro hinterland. Esto tiene de positivo que mejora nuestras relaciones con nuestro entorno, pero perjudica la calidad sanitaria general que recibimos los melillenses. De nuevo se pone de actualidad por tanto un asunto viejo que exige de políticas decididas que afronten la realidad sin perjuicio de los ciudadanos de Melilla.