La profesora de inglés en el British Centre Irene Ash considera que, si el Gobierno local busca potenciar el turismo en Melilla, es preciso mejorar el nivles medio de inglés que existe en la ciudad, ya que, “en general, no es lo suficientemente bueno”, si bien admite que los niños tienen un nivel más alto, especialmente si asisten a alguna academia. Por ello, sí que cree que “en el futuro será mejor”.
El problema -si bien es algo generalizado en España-, asegura, radica en el método de enseñanza, ya que la enseñanza en la escuela se ha enfocado mucho en la gramática tradicionalmente, por lo que a veces los aprendices “no son capaces de contextualizar, unir las piezas y hablar fluidamente”.
De hecho, uno de los inconvenientes que ella ve es que el nivel de inglés de los profesores en la educación pública “no es excelente” ni “propio de un profesor”, ya que la mayoría de ellos no son nativos. “Enseñan inglés en la escuela, pero su nivel es básicamente el mismo que en la calle. La pronunciación es mala o, al menos, no tan buena como debería ser para un profesor efectivo en Primaria y Secundaria. No es un nivel nativo y los alumnos aprenden a hablar inglés incorrectamente, lo que es un problema. Pero eso es algo que, en general, sucede en toda España. Yo viví con dos profesores de inglés en Pamplona y, cuando me hablaban, era como... ¿cómo puedes ser profesor de inglés?”, relata para referirse a este aspecto.
Pese a todo, Ash asegura que la gente “lo intenta”, hasta el punto de que “la mayoría de ellos, cuando descubren que hablas inglés, intentar hablar contigo en ese idioma sin importar cuál sea su nivel”. Es más, algunos de ellos “hablan mejor de lo que se piensan”, si bien suele tratarse de personas que han pasado algún tiempo en un país angloparlante.
Por ejemplo, dice, “si vas a una tienda, dicen ‘hola, ¿cómo estás?’ en inglés, lo que, para mí, es muy dulce, pero, si trataran de mantener una conversación en general, en algunos casos no tendrían ni idea”.
Claro, ella asegura que “evidentemente”, si se compara Melilla con las localidades de la Costa del Sol, por ejemplo, se nota una gran diferencia en cuanto al dominio del idioma, ya que en Málaga está todo lleno de tiendas, bares y restaurantes llenas de angloparlantes, por lo que a los ciudadanos locales no les queda otro remedio que aprender inglés y amoldarse a ello. “Quizás, en el futuro, si el turismo va a ser una parte de la idea de ciudad, se debería invertir más en inglés para propósitos específicos para conseguir trabajadores que puedan comunicarse con los turistas con fluidez”, sugiere.
En su caso particular, no obstante, como llegó a Melilla en 2018 y anteriormente había estado en otras partes del sur de España, como Algeciras, no tiene problema, porque también habla castellano.
Por otro lado, esta escocesa, nacida en un pequeño pueblecito del norte llamado Thirso, dice que, debido a su larga estancia en el país, especialmente en el sur, no le resulta complicado entender a los melillenses hablar en castellano, pero sí considera que para un ciudadano británico medio, acostumbrado al uso más académico del lenguaje, sí podría ser problemático.
En este sentido, Ash se refiere a la velocidad con que se habla como uno de los factores que impiden la correcta comprensión para un extranjero, tal como le sucedió a ella al principio.
Sobre el British Centre
Para esta profesora, la ventaja que ofrece el British Centre a la hora de aprender inglés es que “todo es comunicativo”. Y es que, aunque Ash reconoce que “la gramática es importante”, ellos enseñan a emplearla en situaciones del día a día. Es decir, “todo está contextualizado, se habla mucho, se discute mucho y los alumnos aprenden a manejar el inglés en su día a día”, remarca.
Además, ello es más fácil con una media de 12 alumnos por clase. En total, ella enseña a entre 70 y 80 con niveles que van desde el A2 -para niños de entre ocho y diez años-, pasando por el B2 -la mayoría, adoelscentes que se preparan para exámenes oficiales-, hasta el C1 -que suelen ser adultos-.
No obstante, la academia admite niños desde tres años y en él se enseña hasta el máximo nivel, que es el C2.
Y dale con el turismo, es que acaso no se dan cuenta estos cerebritos politicos que el turismo no es para nuestra ciudad. Que tenemos en Melilla que no tenga la peninsula o Canarias. Seamos sensatos, Melilla debe de fomentarse industrialmente en sectores de tecnologia de desarrollo o manufacturas electronicas, pero todo dirigido al sector tecnico. A ver si acabamos con el mito turistico de una vez por todas.