Los Colegios Médicos de Ceuta y Melilla llevan desde febrero de 2020 reclamando igualdad salarial para aquellos facultativos con ejercicio mixto como consecuencia del complemento de exclusividad.
Aseguran que "han pasado cerca de tres años y la respuesta del Instituto de Atención Sanitaria (Ingesa) siempre ha sido la misma: silencio y falta de diálogo". Aunque a finales de septiembre pasado aquí, en Melilla, se abrió por fin una vía de negociación.
Ese 27 de septiembre este Colegio Médico, tras una rueda de prensa conjunta con el Sindicato Médico, emitió un comunicado con el siguiente titular: “Primer acercamiento con INGESA para buscar soluciones a la injusticia salarial que sufren los profesionales del servicio mixto”.
En dicha nota de prensa también rezaba el siguiente párrafo: “Colegio y Sindicato confían en la palabra dada por Ingesa, pero insisten en que ahora se debe pasar a los hechos. Por eso, el calendario de movilizaciones continúa en marcha, previsto el primero de los paros para el próximo 27 de octubre. Antes debe celebrarse una segunda reunión con soluciones firmes. De ser así, se estudiará la desconvocatoria de huelga”.
En aquel momento INGESA no emitió ningún comunicado para rectificar lo dicho por este Colegio. A los médicos se les había solicitado una negociación silenciosa, se suspendieron las movilizaciones previstas porque la solución de INGESA “era local, factible y sencilla”. Ahora la versión es distinta.
Hace tres meses no se pronunciaron, pero ayer tan sólo tardaron tres horas en replicar las manifestaciones de este Colegio tras aplazar INGESA, una vez más, la solución, desentenderse, y mandar el problema a una mesa sectorial. Su salida ya no es “local, factible y sencilla”, como era el 27 de septiembre, ahora es “compleja” y no depende de ellos.
El complemento de exclusividad provoca una injusta situación. El ejercicio mixto en esta ciudad está penalizado, algo que no ocurre en el resto de autonomías. Es una discriminación, uno de los motivos principales de la fuga de médicos de Melilla a otros territorios y razón por las que muchos declinan venir. Y la sanidad de esta ciudad autónoma no se lo puede permitir.
Por otro lado, no se puede olvidar, por ejemplo, que el 45% de los médicos de Atención Primaria supera los 60 años, mientras que en el Hospital Comarcal el porcentaje se sitúa en el 30%. Es decir, están en la recta final de sus carreras y no tenemos recambios. Hasta el punto de que en Melilla hay 8 facultativos reenganchados, que han superado la edad de jubilación y continúan trabajando. Hay especialidades que sólo cuenta con un médico e incluso algunas ni eso.
Podemos recordar también la saturación de los médicos de Atención Primaria. Hay un déficit de plantilla evidente y esto repercute negativamente sobre la atención al paciente en los centros de salud.
Por último, afirman que "Ingesa no está buscando soluciones para rejuvenecer nuestras plantillas. Ingesa no está buscando soluciones para retener el talento y evitar la fuga de médicos. No lo decimos nosotros, lo dice el Instituto Nacional de Estadística (INE)". Melilla, según el INE, es la única autonomía en la que el número de colegiados descendió en 2021 (-0,6%).
El pasado año acabó con sólo 327 médicos colegiados en Melilla para una población residente de 83.196 personas. A 1 de enero de 2022, también según datos del INE. Con sus números, Melilla también es la peor autonomía de España en médicos colegiados por cada 1.000 habitantes, con 3,93 facultativos por cada 1.000 pacientes.