El pasado sábado, día 10 de diciembre, se celebró el segundo itinerario del seminario de Patrimonio Cultural y Natural de Melilla que fue organizado por la Asociación de Melilla para la Unesco. En esta ocasión el ponente iba caracterizado con el sayo de los Ballesteros del III Duque de Medina Sidonia, llegados a Melilla en 1498 en número de 300 en virtud del acuerdo firmado entre el Rey Fernando y el Duque en el Asiento de Alcalá de Henares de abril de ese año.
Los alumnos la Facultad de Educación y Deporte del Campus de la Universidad de Granada (UGR) en la ciudad hicieron un recorrido que partió desde la oficina de Turismo desde la Plaza de Las Culturas hacia el primer recinto amurallado de Melilla La Vieja. Se hizo un recorrido histórico desde la incorporación de Melilla a la Corona Española en 1497 con una descripción del conjunto de murallas medievales y renacentistas. El 11 de agosto de 1953 este recinto amurallado fue declarado conjunto histórico artístico mediante un decreto publicado el 9 de septiembre de ese año en el Boletín Oficial del Estado. En 1986 se aprobó la ampliación del conjunto histórico de la ciudad, contando por entonces con el estatus de Bien de Interés Cultural. En el área protegida se incluyen Melilla La Vieja, el Ensanche Modernista y algunas zonas del barrio del Industrial y del Real.
El acceso a través de la Puerta de Marina, de estilo neoclásico, de la época del Rey Carlos IV, nos adentra al primer recinto amurallado para dirigirse a través de del Túnel de Santa Ana y la casa mata de la Puerta de Santiago flanqueado por los Torreones las Beatas y Desmochado. En la Plaza de Armas, ya en el segundo recinto amurallado, la Asociación de Melilla para la Unesco tiene la sugerencia de colocar un monumento a la Reina Lala Milala. El 12 de julio del año 1550 Muley Amar –Rey de Debdú- acompañado de un séquito de 300 personas, pidió refugio en la ciudad de Melilla acosados por el sultán de la dinastía Saadiana -Muley Sherif-. El Rey de Debdú abandonó la ciudad el 23 de febrero de 1551 para recuperar su reino con la ayuda de los Turcos y del Sultán Watasí – Muley Buazón-. Antes de abandonar definitivamente la ciudad demandó al Gobernador de Melilla –Miguel de Perea- que se construyera un panteón para la tumba de su esposa principal –Lala Milala-, quien falleció en nuestra ciudad en el tiempo que el séquito del Rey de Debdú estuvo refugiado en ella. A fecha de hoy es todo un enigma donde pueda encontrarse dicha tumba, pero la ciudad sigue teniendo una deuda histórica con la promesa dada de construirle un panteón a Lala Milala.
De regreso en la Plaza de la Avanzadilla es la ocasión de una pequeña lección de Heráldica con el Escudo de Emperador Carlos V. Cabe destacar que las columnas de Hércules están incorporadas al escudo de España desde el año 1515 con el lema Plus Ultra, adornos que también se encuentran en el escudo de la Casa Ducal de Medina Sidonia, pero con el lema Non Plus Ultra (por cierto, en las vidrieras del interior del Ayuntamiento se encuentra la divisa con la errata al ser mencionadas como 'Plus Ultra al referirse al escudo de Melilla, que es el de la Casa Ducal de Medina Sidonia por Real Decreto de Alfonso XIII del año 1913).
La Plaza de Doña Adriana recoge la leyenda de la que fue la primera mujer empresaria de Melilla del siglo XVIII, que tuvo un mal desenlace en el proyecto de casar a sus hijas a pesar de la ingente dote aportada. Desde el Torreón de Las Pelotas se contempla el Torreón del Bernal Francés – referente a un militar muy querido del Rey Fernando- muy valiente en todas las campañas de la Guerra de Granada y con fama de jugador y mujeriego. Sus andanzas dieron lugar al poema anónimo de final del Siglo XV, titulado 'La Amiga del Bernal Francés'. Curiosamente el poema cruzó el charco y llegó a convertirse en México en un popular corrido llamado 'Doña Elena y el Francés'. En el poema, el marido se hace pasar por el amante, teniendo un fatal desenlace la esposa.