La tasa bruta de graduados en ESO ha descendido del 84% en el curso 2019-20 a un 82,1% en el curso 2020-21, a pesar de las medidas de flexibilización introducidas en el sistema educativo a raíz de la pandemia. Además, el número de graduados en ESO en 2020- 21 en España fue de 409.424 estudiantes, 4.652 menos que los 414.076 de 2019-20. Y nuestro país necesita impulsar las enseñanzas de Formación Profesional de grado medio como instrumento para reducir el abandono temprano educativo y el porcentaje de jóvenes que no continúan sus estudios más allá de la ESO. Esas son las tres importantes conclusiones extraídas del informe elaborado para ANPE, sobre la situación de nuestro sistema educativo, por Ismael Sanz Labrador, profesor titular del Departamento de Economía Aplicada I de la Universidad Rey Juan Carlos y exdirector del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) del Ministerio de Educación y FP y Luis Eduardo Pires Jiménez, profesor titular del Departamento de Economía Aplicada I de la Universidad Rey Juan Carlos.
El Banco Mundial publicó en mayo de este año, una panorámica de los artículos de investigación que estimaban la pérdida de aprendizaje provocada por los efectos del cierre de centros educativos, interrupciones de la docencia e introducción de clases online y semipresenciales, por causa de la pandemia COVID-19, entre marzo de 2020 y marzo de 2022.
En concreto, se identifican 36 estudios rigurosos que concluyen, en promedio, que la pandemia ha provocado una pérdida del equivalente a entre un trimestre y medio año de aprendizaje, en los estudiantes de enseñanzas no universitarias. Además, la mayoría de los análisis coinciden en que el impacto de la pandemia en el progreso académico ha sido más negativo en los estudiantes de entornos desfavorecidos, de modo que las desigualdades educativas han aumentado respecto a la situación previa a la covid-19.
Bajo estas premisas, los autores del informe solicitado por ANPE, han realizado un cálculo de la inversión que necesitaría la educación española para que los estudiantes de nuestro país recuperen el aprendizaje perdido durante la pandemia y el curso posterior, tomando como referencia prestigiosos estudios como el reciente artículo de los Profesores Golhaber, Kane, McEachin, Morton, Petterson y Staiger, publicado en mayo de 2022 como documento de trabajo del Center for Education Policy Research de la Universidad de Harvard. Partiendo de los últimos datos disponibles de gasto por alumno, en centros sostenidos con fondos públicos (datos de 2019, provenientes de las cifras de la educación en España que se publicaron en diciembre de 2021), se estima que, si los estudiantes han perdido un tercio del curso escolar, se requerirá al menos un tercio adicional del presupuesto para recuperar el aprendizaje perdido. Cálculo realizado desde una estimación conservadora del coste de recuperación y para el que habrá que tener en cuenta, además, que el gasto por alumno en los años posteriores obviamente se habrá incrementado.
Tal y como concluye el informe de los profesores Sanz y Pires, se hubieran necesitado 12.311 millones de euros de gasto público adicional en educación, en 2022, en lugar de los 8.853 que se incrementaron. La diferencia asciende, por tanto, a 3.458 millones de euros. Un hecho relevante que se extrae de este trabajo universitario es que parte de la mejora producida en la tasa bruta de graduados en la ESO en el curso 2019-20 se ha perdido.
Los datos publicados el pasado 18 de noviembre por el Ministerio de Educación y Formación Profesional muestran que la tasa bruta de graduados en la ESO (jóvenes que titulan en la ESO dentro de su grupo de edad) aumentó del 78,8% en el curso 2018-19 al 84% en 2019-20, en buena parte por las medidas de flexibilización introducidas en el sistema educativo, pero ha vuelto a retroceder al 82,1% en el curso 2020-21. Como se señala en el informe, cabe recordar que no se dispone de resultados de pruebas internacionales posteriores a la pandemia, pues los de la prueba de lectura de 4º de Primaria, PIRLS 2021, no se conocerán hasta el 16 de mayo de 2023, los de PISA 2022 de matemáticas, lectura y ciencias, de estudiantes de 15 años, hasta diciembre de 2023 y los de 4º de Primaria de matemáticas y ciencias, TIMSS 2023, hasta diciembre de 2024.
De estas pruebas, en las que participa nuestro país. PIRLS 2021 mostrará la relación entre sus resultados y los de PIRLS 2016, PISA 2022 ofrecerá la evolución respecto a PISA 2018, y TIMSS 2023 la comparación con TIMSS 2019. Además de estas comparativas temporales, el resultado de estas pruebas nos proporcionará una imagen de las diferencias entre los sistemas educativos de los estados participantes.
Otras conclusiones y análisis contemplados en el informe son:
-Respecto al acceso a la educación y principales resultados del sistema educativo español, nuestro país necesita impulsar las enseñanzas de FP de grado medio como instrumento para reducir el abandono temprano educativo y el porcentaje de jóvenes que no continúan sus estudios más allá de la ESO.
-Sobre un mismo contexto normativo, sea el de la LOMCE o el de la LOMLOE, existen grandes diferencias en resultados educativos entre las diferentes comunidades autónomas. Parte importante de esta heterogeneidad proviene de factores históricos, pues las comunidades con peores indicadores educativos son las que tienen un menor desarrollo económico. Lejos de avanzar hacia una convergencia entre las regiones en su situación educativa, las diferencias no se están reduciendo de forma significativa. - Existe una brecha educativa entre hombres y mujeres, más elevada que la de otros países desarrollados.
- Respecto a los desajustes en la oferta y demanda de plazas en las titulaciones de la Formación Profesional, y su impacto sobre las oportunidades laborales de los jóvenes, es necesario aumentar el número absoluto de graduados en FP de grado medio, sin disminuir el de Bachillerato. Los estudiantes que faltan en FP de grado medio en España, con respecto a lo que es normal en la Unión Europea, son los que no continúan sus estudios al finalizar la ESO o los que ni siquiera llegan a titular.
-Los jóvenes españoles que faltan en la FP de grado medio son, principalmente, varones. En España, según datos de la OCDE, las mujeres representan la mitad de las personas que titulan en ciclos de grado medio de FP, cuando en la OCDE son sólo el 45% y en la UE-22 el 44% (Datos del OECD Education at a Glance 2022).
-Respecto a la oferta educativa por disciplinas y la importancia de aumentar las plazas en STEM, el porcentaje de alumnos españoles universitarios y de FP de grado superior, en ingenierías, producción industrial, construcción, ciencias naturales, matemáticas y estadística es del 18% frente al 22% de la media de la UE. Únicamente el 6% de los estudiantes de nuevo acceso a la educación superior opta por estudios de Tecnologías y Comunicaciones, a pesar de las buenas perspectivas laborales que ofrecen.
-Respecto a las diferencias en el nivel de éxito en estudios universitarios por sexos, el 44% del total de mujeres que inician un programa de grado universitario en la OCDE lo completan en el periodo teórico de duración frente al 33% del total de hombres. En España, estas diferencias son mayores: 46% del total de mujeres frente al 27% del total de hombres.
-En España, las mujeres representan sólo el 15% de los nuevos estudiantes de FP de grado superior en STEM, frente al 20% de la media de la UE. Es importante destacar que en 14 de los 19 países de la OCDE se registra una mayor tendencia de las mujeres en abandonar los estudios STEM para iniciar otros diferentes.
-En relación a los resultados del aprendizaje y la relación de la educación con el empleo, a pesar de disminuir, la proporción de jóvenes entre 18 y 24 años que ni estudia ni trabaja (20,3%) sigue por encima de las medias de la OCDE (16,1%) y la UE22 (14,3%).
-Dejar los estudios tempranamente no es buena idea. El 3,1% de la población de entre 18 y 24 años en España que ni estudia ni trabaja, es desempleada de larga duración, frente al 1,4 % de la media de la OCDE y el 1,7 % de la UE22. En este contexto, no podemos olvidar que es el propio profesorado quien, con su entrega, competencia y profesionalidad, salva, día a día, las carencias del sistema educativo y las situaciones de incertidumbre e inestabilidad a la que se ven abocados. Madrid, 29 de noviembre de 2022