Efectivos del Cuerpo de Bomberos de Melilla han actuado esta mañana en un edificio de la calle Miguel Zazo para retirar unos cascotes que caían desde la fachada, posiblemente por la lluvia que ha afectado a la ciudad desde la tarde de este jueves.
Es, en principio, la única consecuencia de la situación meteorológica que ha atravesado Melilla en las últimas horas, caracterizada por las lluvias y por el aviso amarillo emitido por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) hasta las dos de esta tarde. Sin embargo, a las 11 de la mañana ya lucía un sol importante y el cielo empezaba a despejarse.
La culpable de estas lluvias que han afectado a la ciudad es una borrasca en altura que se situó sobre el mar de Alborán y el flujo de levante en capas bajas. "Esta configuración es la que suele producir lluvias en Melilla, que pueden ser de cierta intensidad", apuntan desde la Aemet.
Desde el centro de la Agencia Española han explicado a este diario que las predicciones metereológicas de Melilla son bastante complicadas de hacer debido al flujo inestable de levante bajo en altura presente en la zona. Este flujo, explicaron estas fuentes, puede apuntar directamente a Melilla o virar hacia otra dirección, por lo que la ciudad podría librarse de precipitaciones importantes.
Durante el fin de semana, la Aemet pronostica que el tiempo se estabilice. Para este sábado señala que sí podrá haber chubascos ocasionales en la primera parte del día, dejando los cielos nubosos el domingo aunque sin lluvias.
El pasado mes de noviembre hubo varios avisos amarillos para Melilla durante unos días consecutivos pero en esta ocasión motivados, según estableció la Aemet, por la fuerza del viento, que llegó hasta los 70 kilómetros por hora y por olas en el mar de hasta tres metros.