El próximo jueves día 8 de diciembre, a las 12:00 horas, tendrá lugar una parada militar con motivo de la celebración de la Inmaculada Concepción, patrona del Arma de Infantería en el acuartelamiento 'Millán Astray', según informa en una nota de prensa la Comandancia General de Melilla.
El acto será presidido por el teniente general jefe del Estado Mayor Conjunto, Fernando García González-Valerío acompañado por el comandante general de Melilla, Luis Sáez Rocandio, así como de las primeras autoridades civiles y militares de la ciudad e invitados.
Formación
La fuerza en formación, al mando del Coronel Jefe del Tercio Gran Capitán 1º de La Legión, estará constituida por: Escuadra de Gastadores mixta (Tercio Gran Capìtán y Regulares 52), Guion del Tercio Gran Capitán 1º de La Legión (TERLEG 1), Plana Mayor de Mando mixta, Unidad de Música de la COMGEMEL, Banda de Guerra del TERLEG 1 y NUBA del Grupo de Regulares de Melilla nº 52 (GREG 52), Bandera Nacional del TERLEG 1, Tabor Alhucemas del GREG 52 compuesto por Escuadra de Gastadores, Guión, Plana Mayor de Mando y 4 compañías y Iª Bandera del TERLEG 1 compuesta por Escuadra de Gastadores, Guión, Plana Mayor de Mando y 4 compañías.
Patrona
Lo que se celebra cada 8 de diciembre es el Milagro de Empel, la victoria de los tercios españoles ante los tercios flamencos en 1585 durante la guerra de los Ochenta Años. Esa victoria sucedió finalmente el 8 de diciembre, el Día de la Inmaculada Concepción, y por ello se convirtió la patrona de la Infantería Española.
De acuerdo con las crónicas del día anterior, la situación no era favorable para los tercios españoles hasta que un soldado, cavando una trinchera se encontró con una tabla con la imagen de la virgen, que colocaron en un altar improvisado. Esa noche al parecer se heló el agua del río Mosa, que provocó que los españolas atacaran a la escuadra enemiga, venciéndolos el día 8 de diciembre.
No es hasta 300 años después, en 1854, cuando a solicitud del inspector del Arma de Infantería del Ejército de Tierra, por real orden de la reina regente María Cristina de Habsburgo, se consolida la Inmaculada Concepción como patrona.