El viceconsejero de Medio Ambiente anuncia que los servicios jurídicos podrían tomar acciones legales contra Guelaya.
Ante la denuncia que en el día de ayer realizaba la asociación ecologista Guelaya sobre el supuesto vertido de aguas fecales en la plaza de San Lorenzo y que culpaba a la Ciudad Autónoma de Melilla, el viceconsejero de Medio Ambiente, Guillero Merino, volvió a comparecer ante los medios de comunicación para negar en redondo tales acusaciones, las cuales calificó de “muy graves”. En este sentido, anunció que los servicios jurídicos de la Ciudad ya están estudiando las acusaciones de la organización ecologísta para, en su caso, tomar alguna acción judicial al respecto.
Merino explicó que el pasado 8 de febrero la nueva estación de bombeo, que se está construyendo en las inmediaciones de la desembocadura del río de Oro, obras dependientes de la Delegación del Gobierno, y más concretamente a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), inició una serie de pruebas de las nuevas bombas obteniendo el agua “del pozo del Buen Acuerdo”. Unos recursos “limpios” que en ningún caso se trataba de aguas residuales o fecales.
En este sentido, el viceconsejero prosiguió explicando la causa de la “mancha” que se produjo en las inmediaciones del espaldón del Puerto Deportivo asegurando que una vez que las aguas utilizadas en la estación de bombeo al desembocar, a través del emisario marino, provocan que el sustrato y lecho de la playa se enturbie “y todos sabemos que el fondo de las playas de San Lorenzo y Los Cárabos es puro lodo que una vez se asienta vuelve a la normalidad”. Y añadió que esa “mancha” se produce “con cualquier corriente que fluya al mar” teniendo en cuenta que en días con la mar en calma esa “mancha” es más visible, pero, en ningún caso, “fueron aguas fecales”.
Por ello, Merino aseguró que “no vamos a permitir que se realicen este tipo de acusaciones”, que ya están siendo estudiadas por los servicios jurídicos, en el caso de que algunas de ellas puedan ser “constitutivas de delito” pues la línea que ha seguido Guelaya en los últimos tiempos, siempre ha sido “de persecución contra la Consejería de Medio Ambiente”, afirmó.
Movimiento ecologista
Máxime teniendo en cuenta de que la organización ecologista incluso insinuaba que la Consejería “había ocultado a la ciudadanía un incidente de ese calibre” cuando la “transparencia” y la “seguridad” en las playas melillenses es una máxima del área de Medio Ambiente de la Ciudad.
No obstante, el viceconsejero recordó que si bien es positivo el movimiento ecologista en Melilla, en el caso de Guelaya, “nunca han estado cuando su ciudad les ha necesitado como en las inundaciones que sufrimos en 2008”. En este sentido, acusó a “algunos dirigentes” de la asociación de ser “malos gestores, incapaces de hacer propuestas” y añadió que “son unos mentirosos que van a la caza y captura de la Consejería de Medio Ambiente y no les importa nada la situación medioambiental de Melilla, únicamente les importan las subvenciones que reciben del Gobierno del Partido Socialista”, finalizó.