Armando Pelayo dirige ‘Los monólogos de la vagina’, una obra de teatro que pretende romper esteriotipos y facilitar información a hombres y mujeres por igual.
“La idea de esta obra es que las mujeres estén mejor informadas y que sean conscientes de que la vagina es una parte maravillosa del cuerpo por donde nacemos todos y que no hay porqué tener miedo a llamarla como tal, vagina”, indicó el director del montaje del texto ‘Los monólogos de la vagina’, Armando Pelayo. Esta obra de teatro se representará los días 3,4 y 5 de marzo en el Palacio de Exposiciones y Congresos de la ciudad enmarcada dentro de las actividades del 8 de marzo, por el Día Internacional de la Mujer. Las entradas ya están a la venta por tan sólo diez euros en el kiosco de Información Turística frente al Casino Militar.
Pelayo vio esta obra de teatro hace nueve años en Madrid de la mano de cinco actrices y en diferentes ocasiones ha tratado de traerla a Melilla hasta que finalmente los melillenses podrán disfrutar del humor y de las experiencias que se narrarán durante su representación en unos días.
Fuera miedos
“Si dijéramos ‘Los monólogos del pene’ nadie diría nada y seguro que vendrían a verlo sin más, pero al decir ‘la vagina’ es como que tienen miedo”, indicó el director de esta adaptación.
En este sentido, aseguró que se trata de una obra muy interesante para las mujeres y para los hombres “porque van a ver la vagina bajo otro aspecto diferente que no el cotidiano”. De esta forma, aseveró que esta representación debe ser vista por todas las mujeres sin importar su edad.
“No se trata de una obra pornográfica, ya que porque se llame ‘de la vagina’ no implica nada de eso. ¿Las niñas qué tienen? Pues vagina y ya está, por eso se llama así”, declaró el director.
Una de las actrices va acompañada a los ensayos por una de sus hijas que es pequeña y se sabe el monólogo de oirlo, por lo que la edad para ver el montaje dependerá de los padres y la política con sus hijos. En este sentido, el director de esta representación aseguró que las niñas de ocho o nueve años no se enterarán de los comentarios de esta obra pero que las adolescentes sí, aunque está más dirigida a las mujeres porque fueron ellas las que tuvieron más dificultades para poder charlar sobre estos temas.
Origen de la obra
La feminista estadounidense Eve Ensler escribió la primera versión de esta obra en 1996 tras entrevistar a más de 200 mujeres acerca del sexo, las relaciones amorosas y la violencia doméstica. Las entrevistas empezaron como conversaciones casuales con sus amigas, quienes le contaron anécdotas que habían oído de otras mujeres. De esta forma se inició la cadena de relatos que dio origen a esta obra.
Ensler escribió estos monólogos para “celebrar la vagina”, describiéndola como superior al pene debido al hecho de que está conectada con el clítoris, el único órgano humano que no tiene otro propósito que el de dar placer. Pero el propósito de la obra cambió en 1998 para convertirse en un movimiento en contra de la violencia de género.
Los monólogos
Cada monólogo de alguna manera se relaciona con la vagina, ya sea a través del sexo, el amor, la violación, la menstruación, la mutilación, la masturbación, el nacimiento, el orgasmo y la variedad de nombres para la vagina o simplemente como un aspecto físico del cuerpo. Un tema recurrente en toda la pieza es la vagina como una herramienta de empoderamiento de las mujeres, y la última encarnación de la individualidad.
La obra actualmente
La producción de Los monólogos de la vagina se ha vuelto el pilar en el que se apoya el proyecto de ‘V-day’. La ‘V’ es por San Valentín, vagina y victoria. Por medio del nombre se busca establecer una conexión entre el amor y respeto a las mujeres, y el fin de la violencia contra ellas.
Cada año, entre el 1 de febrero y el 8 de marzo, grupos de voluntarios alrededor del mundo llevan al escenario la obra de Ensler para recaudar fondos en ayuda a programas regionales que combaten la violencia contra las mujeres y las jóvenes, que incluye refugios para víctimas de violencia doméstica y centros de apoyo para víctimas de violación.
El montaje en Melilla
Las actrices que van a interpretar esta adaptación de Pelayo que tendrán muchos tintes cómicos serán Alejandra Acedo, Ana Cañada y María del Mar Martínez.
En cuanto a la decoración será muy simple, puesto que es el texto el que va a recibir todas las miradas del público, sin embargo, los espectadores que sean observadores podrán ver en el fondo un despliegue de cortinas estudiado al centímetro para que se asemeje o recuerde a esta parte del cuerpo femenino, sin llegar a ser nada grotesco o insultante, como algunas personas pueden pensar, tal y como indicó Pelayo.
“Lo vais a pasar muy bien porque hay mucho sentido del humor y también otros monólogos más serios”, apuntó.