“Hemos de contribuir, a través de la educación, a concienciar a todos en la construcción de un mundo mejor”. Nuevas Generaciones (NNGG) del Partido Popular de Melilla se quiere sumar al día escolar de la paz y la no violencia, que se celebra por primera vez en 1964, tras una iniciativa pionera, no gubernamental, independiente y voluntaria del profesor español Llorenç Vidal.
El vicesecretario de Organización de NNGG en Melilla, Ramón de la Cruz, quiso hacer extensivo, a todos los melillenses, el mensaje marcado por el “amor universal, la no-violencia y la paz”.
Para de la Cruz “el amor universal es mejor que el egoísmo, la no-violencia es mejor que la violencia y la paz es evidentemente mejor que la guerra”.
El día escolar de la no violencia y la paz (DENIP) fue reconocido por el Ministerio de Educación y Ciencia, mediante la Orden Ministerial del 29 de noviembre de 1976.
Esta celebración conmemora también la muerte del líder nacional y espiritual de la India, Mahatma Gandhi, asesinado a tiros en 1948 por un fanático hinduista.
Para de la Cruz, “la formación para la paz, la cooperación y la solidaridad entre los pueblos es una de las finalidades que se plantea el sistema educativo. La LOGSE subraya la necesidad de trabajar estos aspectos de forma similar a otro tipo de contenidos, y de este modo surgieron los temas transversales”.
Sin embargo, según explicó en un comunicado de prensa, “trabajar continuamente desde las transversales estos conceptos no impide que sintamos la necesidad de que existan fechas concretas, como hoy, que nos recuerden que todavía hay situaciones sociales complejas”.
NNGG quiere contribuir a que los centros melillenses “se conviertan en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión, y más en una ciudad tan multicultural como Melilla. No debemos olvidar que la escuela es un reflejo de una sociedad con la que comparte defectos, pero en ella también se educa para la vida y se busca desarrollar en los alumnos las capacidades y competencias necesarias para una participación social activa”.
Por ello, la formación juvenil insiste en que “hemos de contribuir, a través de la educación, a la concienciación de todos en la construcción de un mundo mejor, un mundo más justo y más humano que permita que todos los individuos tengan la misma oportunidad de desarrollar plenamente sus facultades en el seno de una sociedad democrática, libre, justa, responsable y en paz”.