Leí allá por el mes de julio y he vuelto a releer hoy mismo el siguiente escrito-comentario, del urbanista Vicent García Nebot, el cual me gustaría compartir si así lo tiene a bien la dirección de El Faro: “Aunque ya estamos comprobando que la electricidad generada a través de gas argelino nos está saliendo muy cara, no es sobre esto lo que pretendo hablar hoy.
El concepto hacer luz de gas consiste en negar la realidad, dar por sucedido lo que nunca ocurrió, o manipular la información para que lleguemos a dudar de nuestra propia percepción juicio o memoria. El caso es que ahora son tantos los medios a través de los que recibimos información que nos están haciendo luz de gas en nuestras propias narices y a base de bien.
Empezamos con los grupos WhatsApp, mediante los que recibimos presuntas informaciones en las que se advierte de actuaciones del Gobierno de las que nadie se había dado cuenta o percatado, menos el que inició el bulo (claro), y que se reenvían hasta la saciedad dándoles una más que dudosa credibilidad. Otros son chistes insultantes que ridiculizan al adversario. Ello unido a programas de radio de ‘humor’ como el de Jiménez Losantos por la mañana permite que se vaya minando nuestra percepción de la realidad y dirija, poco a poco, la opinión pública hacia donde le interesa (yo añado aquí, y seguramente como a otros muchos, ni me interesa la opinión de dicho individuo, ni la emisora que lo emite).
Me contaba un amigo que, en Andalucía, en la campaña anterior a esta última, se remitió vía WhatsApp y Facebook a un determinado segmento de la sociedad un video donde, si eras votante del PSOE pero estabas enfadado con Susana Díaz, podías tachar su nombre de la papeleta y que con eso votabas válidamente al PSOE y no a Susana. Evidentemente ese voto era nulo. Pues salieron más de 4.000 papeletas nulas con el nombre tachado. Y hoy estamos donde estamos. Alguien está haciendo luz de gas y le está saliendo bien”.
Yo también opino y confirmo, por ejemplo, que a mí también me llegan cientos de WhatsApp en ese sentido de más que presuntos bulos, eso sí, muy bien elaborados por posibles expertos manipuladores de corrientes políticas de dudosa condición democrática. Por supuesto que los borro y no comparto, ni me agrada que me los manden, sean amigos o bien conocidos. Todo lo que se quiera, pero, bulos no, por favor.
Hasta aquí hemos llegado por hoy, amigos/as. Que cada cual opine y piense como le dé la ‘real gana’, cosa que hago yo también, pero, indudablemente, el respeto por encima de todo.
Salud paisanos/as, siempre con buen rollete. Que disfrutéis de la próxima Feria abierta totalmente y que ningún indeseable o vándalo se “divierta” fastidiando a los demás.