El precio del pescado ha subido en Melilla y se nota en el mercado. Esto es lo que aseguran muchos melillenses que se quejan de que el pescado les cuesta ahora el doble que hace unos meses. Para algunos es imposible asumir este gasto. El Faro ha salido a la calle para comprobar cuánto ha aumentado el precio y cuáles son los pescados en los que más se ha notado.
"El pescado está por las nubes", comentó Belinda. Esta melillense se queja de que ahora el lenguado le cuesta 16 euros el kilo, un precio que es difícil de asumir para su bolsillo. Los calamares o los chocos, que le gustaban mucho a su marido, también están mucho más caros, dijo esta melillense.
Peor calidad y sabor
Para ella lo peor no es el precio sino el sabor y la conservación. Belinda asegura que el pescado tiene peor pinta que el que solía comprar antes de la pandemia, cuando la frontera comercial con Marruecos estaba abierta. "El pescado dura menos en la nevera y no tiene el brillo que tenía", añadió.
Y da igual donde los compre, en el mercado o en los supermercados. El mejor pescado que se puede comprar y el que menos ha variado, afirmó, es el que proviene de piscifactorías.
Uno de los propietarios de una pescadería del mercado, Anis, explicó a El Faro que ahora el pescado proveniente de Marruecos, pasa primero por Almería y luego los compran ellos y los transportan hasta Melilla. De esta manera el pescado no es tan fresco como antes y tarda más tiempo en llegar a la ciudad.
Entre los pescados que más han subido, dijo, están el rape, los calamares o el salmón. Antes el kilo de boquerones los vendía a 4 euros y ahora los tiene que vender a 6, por ejemplo.
El marisco, imposible de encontrar
Es por esto, explicó el propietario de la pescadería, que hay productos como el marisco, que le es imposible comprarlo. Un kilo de cigalas, comentó, le costaría a él si las comprara 60 euros el kilo. Así que en su puesto no tiene mejillones, coquinas, almejas ni otros mariscos como gambas. "Nadie las compraría", dijo.
La subida de los precios y la falta de algunos pescados o mariscos no solo afecta a los ciudadanos de a pie. Manolo es propietario del Bar Aragón y va al mercado todos los días a comprar género para servir a sus comensales. Este melillense considera que el pescado cuesta el doble que antes. "Desde que pasó la pandemia y cerró la frontera se ha encarecido mucho", reconoció.
Y no solo eso, él echa en falta las coquinas, las cañaíllas o los mejillones frescos que solía comprar. "Los traían de ahí al lado y ahora los traen de la península". Ahora, si las encuentra, le cuestan 14 euros el kilo, cuando antes las pagaba a 3 euros. "El que quiera tiene que pagarlas".
"Antes la gente de la península venía a Melilla a comer pescaíto y ahora al revés, los de Melilla tenemos que ir a comer pescaíto a Málaga", comentó disgustado Manolo.
Este empresario entiende que al estar cerrada la frontera comercial, los pescaderos tienen que comprarlo de otras ciudades como Málaga, Almería o Motril. "Hay que meterle porte, gastos y llega a Melilla los miércoles y los sábados", dijo. Él entiende que la mayoría de puestos de pescado del mercado estén cerrados.
Lo que más ha subido
Los boquerones, dijo, los compraba antes a 2,5 euros el kilo o a 3 y ahora los paga a 7 euros el kilo. Los chocos también se han encarecido en 3 euros el kilo. Si antes los adquiría por 8 euros el kilo, ahora están a 11. "Eso repercute a todos", comentó.
A este hostelero no le queda más remedio que comprarlos aunque haya aumentado su precio, dijo, pero entiende que una familia o una persona con un sueldo medio no pueda permitirse comprar lo que antes sí podía.
Esta ausencia de productos también la sufren algunos melillenses como Manan. Él este miércoles ha ido al mercado a comprar sardinas, pero no las ha podido encontrar en ningún puesto.
Aunque todos los pescados han subido, hay algunos en los que se ha notado más. Otro de los pescaderos del mercado, que no quiso dar su nombre, explicó a El Faro que los productos que más han subido son por ejemplo el rape, que antes costaba 10 euros el kilo y ahora 12 euros, las lubinas, a 8 euros el kilo y ahora a 10, o el salmón, que solía estar a 10 y ahora 13 el kilo. "Ha subido exagerado".
Es por esto, que el pescado que más vende es "el barato", reconoció este pescadero. "A parte de caro, no hay lo que uno quiere", se quejó.
Gracias a la gestión estupenda de delegación los únicos que se llenan los bolsillos son los pescateros de barrio vendiendo pescado maloliente y que anda solo con la excusa que se buscaron para no dejar entrar pescado para consumo propio familiar. Eso sí, ellos les compran a los de embarcaciones deportivas o de contrabando de pesqueros marroquíes sin control sanitario alguno.