La frontera de Melilla cumple tres meses abierta y continúan las restricciones para pasar productos de la ciudad a Marruecos y la aduana comercial sigue sin abrirse.
Los comerciantes han notado una leve llegada de marroquíes a la ciudad que, para poder llevarse ropa a su país, les quitan las etiquetas y se lo llevan puesto. Si luego no quieren las prendas, como no las pueden devolver, se las regalan a familiares, explican dependientes de tiendas del centro a El Faro.
Sin embargo, si Marruecos levantara las restricciones que hay para llevar compras desde Melilla, los marroquíes gastarían más en los comercios de la ciudad.
“Se ha abierto la frontera solo en plan humanitario”, señala Enrique Alcoba, presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME).
Subraya que aún están expectantes a que reabra la frontera comercial y, tras varias reuniones con las autoridades, esperan que cuando finalice la Operación Paso del Estrecho (OPE).
“Desde el 7 de abril que lo anunció el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, delante del rey de Marruecos han pasado cuatro meses y bueno, estamos a la espera de no sé qué negociación”, señala Alcoba.
Resalta que las instalaciones físicas para hacerlo ya existen “desde hace 65 años”. “Entendemos que cuando termine la OPE esto se tiene que restablecer y las palabras que ha dicho nuestro presidente del Gobierno se tienen que llevar a cabo, de que va a haber una libre circulación de personas y mercancías documentada por los pasos de Ceuta y Melilla”.
Si esto no ocurriese así, Alcoba señala que o bien “el rey de Marruecos engañó al presidente o el presidente de España a nosotros” y añade que “no sabemos exactamente en qué punto estamos”.
Un punto en el que coinciden numerosos comerciantes es que siempre ha existido una relación cercana entre Melilla y Nador, un hecho que, en palabras de Alcoba, siempre ha favorecido a las dos ciudades.
Apunta a que el pescado, las frutas y las verduras podrían pasar en tres horas por la frontera y sin embargo, ahora hay que hacerlo pasando por la península, algo que encarece el precio entre tres y cuatro veces más, afirma Alcoba.
Cree que “no tiene sentido” que los productos hagan un recorrido tan largo cuando podrían llegar frescos a la ciudad e insiste en que lo “normal en todas las partes del mundo donde hay dos ciudades fronterizas” es que haya un intercambio comercial entre ambas.
Hace cuarenta años en España hubo una revista picaresca llamada "El hermano lobo "
Donde se hacían preguntas políticas y las respuestas era siempre el aullido de un lobo. Pues bien a la pregunta de si para Septiembre marruecos habríra el corredor comercial en nuestras ciudades españolas de Melilla y Ceuta, mi respuesta es ¡UUUUU......!
Siempre lo hemos dicho, hay que romper las ataduras con Marruecos en todos los sentidos, es un país chantajista, y solo está a la es supera de una debilidad de España para apropiarse o reclamar lo que no le pertenece.Melilla debe de ser reclamar y exigir al gobierno central, no ayudas ni limosnas, sino un plan serio de creación industrial, donde puedan trabajar los jóvenes melillenses y al mismo tiempo revisar y restringir las tarjetas comunitarias y los expedientes de nacionalidad, para extranjeros africanos. Recordemos que Marruecos espera pacientemente repoblar Melilla y Ceuta con españoles de origen marroquí, para hacer la misma campaña que en Sáhara. Reclamar ante las Naciones Unidas nuestras ciudades españolas, con un referéndum de la población. Espero que el PP y VOX sean conscientes de estas estrategias cobardes de Marruecos, y emprenda las soluciones económicas y políticas necesarias. Y si son unos inectos y no saben afrontar los problemas, pues que me llamen, que les daré nociones de planificación y toma de decisiones.
ALGUNOS POR NO DECIR LA MAYORIA VIVEN ANCLADOS EN EL PASADO Y ESTA ACTITUD NO LES HACE VER QUE EN LA VIDA TODO SUFRE CAMBIOS Y TODO PERECE..
Melilla y su futuro no puede depender del comercio con Marruecos,es muy inestable.
Alcoba es una LLORONA,. Que cierren la frontera YA. No vamos a estar colapsados Por culpa de tres o cuatro que quieran vender zapatos a cinco que vengan de Beni Enzar.