‘Debates en libertad’ es el ciclo de conferencias de la Fundación para el Estudio y Desarrollo de la Ciudad de Melilla (Fedesme) que acogió ayer una ponencia ofrecida por el escritor, dramaturgo, poeta, cineasta y genio melillense Fernando Arrabal, quien dio su particular visión sobre ‘Desarrollo y cultura’ ante la atenta mirada de un público que llenó la sala.
Sorprendente, ingenioso y sólo un poco políticamente correcto, Fernando Arrabal contestó a varias preguntas para los medios de comunicación, siendo la primera qué significaba volver a Melilla para él. Tras unos segundos de inmenso silencio, Arrabal contestó “que es mi pueblo”.
Así, indicó que incluso en su nacimiento, “un acto en el que no tuve ninguna participación”, fue víctima del destino, iba a comportarse de una manera excepcional, motivo por el cuál tuvo que nacer en Melilla. “Puesto que en Melilla se confunden Europa y África, el pasado y el presente, la poesía y la libertad y se confunden varias religiónes. Tenía que nacer aquí. No podía nacer en otro lugar”, confirmó.
Además, Arrabal confesó haber dado una vuelta pequeña nada más llegar a Melilla y que esta visita formaba parte de una serie de charlas que suele emprender a lo largo de muchas ciudades, que en diferentes marcos culturales, solicitan su presencia. De esta forma, comentó que al haber muerto ya todos sus amigos y genios del siglo XX, como Dalí o Picasso, sólo estaba él para que fuera llamado a impartir estas conferencias. Un motivo por el cuál no tenía gatos en casa, su animal más estimado.
También confesó que como el destino es tan curioso, absurdo e irresponsable fuera de España podría ser el único escritor melillense destacado, aunque recordó que de manera nada merecida, puesto que la ciudad cuenta y contó con escritores extraordinarios.
Cultura...
Arrabal explicó que es un ignorante en materia de cultura y que unas horas antes debatía con su mujer de cuál podría haber sido el origen de esta palabra y su significado. Destacó que en España se suele utilizar mucho la palabra ‘culto’ y que “la cultura y ser escritor culto permite no conocer en absoluto la obra de uno”.
En este sentido, el escritor contó una anécdota reciente vivida en Sevilla. Así, narró que tuvo la suerte de hablar con una duquesa, marquesa o princesa, pues no recordaba bien su título, de pelo rizado y de voz muy fina que le confesó estar muy contenta por compartir un plató de televisión con él. Fue en este momento en el que Arrabal sintió una gran felicidad al ver que alguien tan notable le hiciera este comentario, sin embargo, la sorpresa se desvaneció cuando esta señora añadió que conocía todas sus canciones.
... y desarrollo
El dramaturgo señaló que muchas personas quizás se interesen sobre uno de los “acontecimientos periodísticos y culturales” del año más importantes como fue que la revista ‘Times’ repitiera su formato al publicar en 2010 la lista de las100 personas más influyentes del mundo.
(Justo en este instante exclamó: “Yo sin vino no soy Arrabal. ¡Por favor que llegue antes el vino no vaya a ser que llegue antes el mileniarismo!”).
El melillense continuó con este tema destacando que la primera persona de esta lista era un futbolista y la segunda Lady Gaga, por lo que no había filósofos, dramaturgos o matemáticos en ella.
Así, indicó que en una universidad de Italia le dijeron que esta lista era un despropósito y que este medio de comunicación odiaba la cultura; sin embargo, Arrabal defendió que al editor de ‘Times’ le apasiona la cultura pero que no hubiera sido creíble que en esta lista estuviera un físico o un poeta.
“El mundo se trasforma geopolíticamente y culturalmente gracias a las catacumbas, donde viven y conviven los poetas, los matemáticos, los dramaturgos”, aclaró.
Melilla, sede de la ONU
¿Melilla puede ser ejemplo de tierra intercultural?, le preguntaron. Arrabal contestó: “somos nosotros mismos y nuestra propia circunstancias y esto es una herencia del azar, la confusión y de la suerte. No desdeñemos la suerte que tiene Melilla de ser la ciudad que yo pienso la más importante de la tierra”.
Éste es el motivo por el que este melillense ha solicitado en varias ocasiones que su ciudad sea la sede de las Naciones Unidas. No obstante, admitió que se pudiera pensar que lo hace “por humor o por provocación, pero un poeta no conoce la provocación puesto que es una acto incontrolable, un acto rotatorio y cretino”. De esta forma, argumentó que ha conocido a los grandes genios del siglo XX y que ninguno de ellos habían hecho lo más mínimo de provocación.
Teatro pánico
A través de la pregunta de si Melilla podría ser un escenario de alguna de sus obras de teatro pánico, Arrabal aseguró que “el pánico no es un teatro pero puede ser teatro también”.
Determinó que gracias a Ignacio Velázquez el conjunto de su obra dramática fue publicada por vez primera y que tiene mucho respeto por su teatro al ser un fruto del azar y de su dedicación.
Sin embargo, insistió en que no existe el teatro pánico, sino sólo el teatro. “Existe una manera de pensar y de vivir que se llama el pánico, pero se trata de un avatar de la modernidad y los avatares de la modernidad causan risa en este país. Los cuatro avatares de la modernidad, dadá, surrealismo, patafísica y pánico, son hacer un poquitín mejor las cosas”, explicó Arrabal.