Miles de profesionales de Enfermería de toda España se desplazarán este sábado 18 de junio a Madrid para participar en una manifestación sin precedentes en la historia reciente de este colectivo, con el claro objetivo de "acabar con años de recortes y compromisos incumplidos por parte de las distintas administraciones públicas" que "no destinan los recursos y medios necesarios" para prestar la atención sanitaria y los cuidados, y atender el bienestar integral y la calidad de vida que requieren más de 47 millones de personas.
Según ya había adelantado Carlos García, secretario general del Sindicato de Enfermería en Melilla, sanitarios de la ciudad autónoma estarán presentes en esta concentración porque "la poca paciencia que nos quedaba ya se ha agotado" y "ha llegado el momento de las soluciones reales y con resultados concretos".
Así, se espera una afluencia multitudinaria de representantes de los distintos servicios de salud, además de pacientes, usuarios y ciudadanos a la manifestación organizada por Unidad Enfermera, alianza formada por las principales organizaciones y asociaciones que representan los intereses de las 325.000 enfermeras del país.
La protesta 18J iniciará a las 11:00 horas en la Plaza de Jacinto Benavente y, después de pasar por el Congreso de los Diputados y el Paseo del Prado, finalizará junto a la sede del Ministerio de Sanidad, donde se procederá a la lectura de un manifiesto que abogará por aumentar la financiación pública, garantizar la seguridad asistencial de los pacientes y la ciudadanía con una dotación adecuada y suficiente de enfermeras en todos los servicios de salud, acabar con las agresiones a los profesionales, incluir a las enfermeras en el Grupo A (sin subgrupos), y terminar con la precariedad y la temporalidad.
De acuerdo con Unidad Enfermera, que las administraciones públicas autonómicas no hayan incrementado sus respectivos presupuestos como sería necesario para garantizar en todos los servicios de salud una atención óptima, rápida y de calidad, ha provocado que las listas de espera para consultas, pruebas diagnósticas o intervenciones quirúrgicas en los hospitales, o para ser atendido en un centro de Atención Primaria, sean cada vez mayores.
Además, desde la alianza han advertido de que las situaciones de colapso en los centros se repiten con demasiada frecuencia y no solo en verano se procede al cierre, temporal o permanente, de unidades y servicios; y han recordado el déficit estructural y crónico de plantillas de Enfermería: España cuenta con una ratio de 5,6 enfermeros por 1.000 habitantes cuando la media europea es de casi nueve por 1.000 habitantes.
Por ende, el número de pacientes que tiene que atender cada enfermero, tanto en los hospitales como en los centros de salud y centros sociosanitarios, duplica e, incluso, triplica las cifras establecidas para poder garantizar la calidad y la seguridad asistencial en todo momento, lo que supone una mayor probabilidad de riesgos, complicaciones, reingresos, efectos adversos y fallecimientos.