El cuerpo de la Policía Nacional se ha despedido este viernes del inspector Carlos Camacho Barrachina, quien se ha jubilado después de 41 años de servicio.
El inspector, natural de Zaragoza, ingresó en el cuerpo de la Policía Nacional el 1 de abril de 1981 y desde entonces ha estado ejerciendo su labor policial en distintas partes del territorio nacional, como Huecas, Cataluña o Navarra.
No fue hasta el 2010 que llegó a Melilla para ejercer como coordinador de Servicios. y, posteriormente, estuvo en la Unidad de Fronteras. Así, ha pasado más de una década integrado perfectamente a la ciudad autónoma, ganándose en el camino el aprecio y el cariño de todos sus compañeros.
Tras su jubilación, Camacho piensa quedarse a vivir en Melilla porque afirma que en la ciudad se siente como en casa y cuenta con la amistad de una multitud de melillenses. "Es tan grande" lo que le une a Melilla que "por ahora voy a permanecer en ella". "La verdad es que en esta ciudad he sido muy feliz y tengo el cariño de mucha gente, mucha", ha dicho a El Faro.
Además, el inspector ha agradecido a todas las personas que han estado en la celebración y a aquellas a las que podrá ver en los próximos días; y ha asegurado que se siente reconfortado en todos los sentidos.
Según ha expresado durante su despedida, "estoy muy contento. Está siendo un día muy emotivo para mí, con sensaciones que no sabía que iba a sentir porque, claro, puedes imaginar algunas cosas pero, hasta que no las vives, no las sabes seguro".
Asimismo, ha explicado que "voy a seguir haciendo el bien como he hecho hasta ahora" porque "esa ha sido siempre mi máxima en esta vida". "Sé que la gente me quiere mucho y yo a ellos también. Por ahora, mi vida, aunque ya no sea policial, seguirá estando para ayudar en lo que pueda a los demás", ha concluido.
Una buenísima persona al servicio de todo, tanto de compañero como de persona. Un gran abrazo para él, y que la vida le brinde salud y alegría.
La verdad es que emociona ver cómo una persona que ha cumplido con su vida laboral, es despedido con tanta emotividad. Felicidades, y que sirva de ejemplo a seguir estas muestras de gratitud en todos los empleos y oficios.