La operación comenzó en el año 2007 y ha tenido un coste de unos 600.000 euros. También se ha aprovechado para actualizar el padrón de la ciudad.
La Ciudad Autónoma ha finalizado el proyecto de numeración de las calles de Melilla, una actuación que comenzó en el año 2007 y se ha extendido hasta el 2010, logrando una nueva disposición numérica en beneficio de la Administración local y estatal, entre ellas el Instituto Nacional de Estadística y el Catastro.
En este sentido, el consejero del área, Miguel Marín, comentó que tanto el INE como el Catastro habían tenido problemas a la hora de enviar comunicaciones a los ciudadanos, debido a la diferente numeración que existía, pues según señaló, había inmuebles con hasta tres numeraciones diferentes.
Así, en total se han puesto en la ciudad 28.322 placas nuevas, tanto de números como de nombres de calles, un trabajo que se ha llevado de forma paulatina durante estos años, siendo éste último el de mayor actividad, pues se han instalado un total de 8.379 placas.
Marín recordó que no sólo se han colocado las placas correspondientes sino que también se ha aprovechado esta actuación para estudiar y modificar el comienzo y el final de algunas calles de Melilla, con el fin de mejorar el trabajo de Correos. Así, se han hecho algunas rectificaciones y se han trasladado a los planos de la ciudad.
El consejero comentó igualmente que otro de los problemas que se encontraron en el año 2007 era el hecho de que existían numerados desde estaciones eléctricas hasta ventanas, una situación que generó mucho desorden. Por último, Marín confirmó que durante este trabajo se había aprovechado para realizar una actualización del padrón, trasladando el trabajo al INE y al Catastro. “De éste modo evitamos molestias a los vecinos”, señaló y adjuntó que todos los melillenses pueden comprobar los datos padronales a través de las oficinas de atención al ciudadano así como en la carpeta del ciudadano de la web de la Ciudad Autónoma.
“Si hay algún desajuste pedimos a los ciudadanos que lo pongan en conocimiento de la Ciudad Autónoma para cambiar la placa”, afirmó el consejero y aprovechó su intervención para pedir disculpas a los vecinos durante estos cuatro años que ha durado esta actuación. “Su colaboración ha sido extraordinaria ya que entendían que era algo bueno para la Ciudad”, remarcó y recordó que se había resuelto un problema endémico de Melilla durante muchos años.
“Ha partir de ahora seguiremos este modelo”, afirmó y comentó que el coste total de la operación había ascendido a los 600.000 euros, pues según comentó, cada placa de numeración cuesta 7,60 euros y la de las calles 31,20.
Marín recordó que hasta este momento había algunos barrios de la ciudad donde se daban situaciones rocambolescas como por ejemplo el hecho de que algunos carteros tuvieran que depositar la correspondencia de algunos vecinos en las tiendas del barrio, ya que no existía numeración en sus viviendas. Esta situación ya se ha corregido con el nuevo sistema de numeración, sentenció el consejero. A partir de ahora, el trabajo de Correos se verá por tanto facilitado con la nueva numeración.